El auge de la inteligencia artificial y su constante desarrollo para que esta tecnología interactúe y comprenda mejor el mundo dependen del uso de ingentes cantidades de datos para entrar los modelos de IA. Por lo tanto, las empresas se enfrentan al reto de encontrar fuentes de las que obtener texto e imágenes con las que hacer las listas su IA. Por ejemplo, Meta ha decidido recurrir a sus redes sociales y otros servicios como las gafas Ray-Ban.
El gigante tecnológico por fin ha dejado claro el uso que quiere dar a estas gafas para entrenar sus modelos y competir con rivales como Google u OpenAI. "En lugares donde la IA multimodal está disponible (actualmente EEUU y Canadá), las imágenes y los videos compartidos con Meta AI pueden usarse para mejorarla según nuestra Política de privacidad", ha aclarado el gerente de comunicaciones de políticas de Meta, Emil Vazquez, en un correo electrónico a TechCrunch.
Meta había indicado en una declaración anterior a este medio que no utiliza las fotos y los videos capturados con Ray-Ban Meta para el entrenamiento siempre que el usuario no los envíe a la IA. Sin embargo, ahora queda claro que una vez que se le pide a la IA de Meta que los analice, esas fotos quedan sujetas a un conjunto de políticas completamente diferente.
Las Ray-Ban Smart Glasses de Meta pueden grabar vídeo en 1080 a 30p y tomar fotos de 12 megapíxeles. Para ayudar a que los viandantes sean conscientes de que hay una cámara grabando, las gafas incorporan una luz LED que parpadea cuando se toman fotos y vídeos. Eso sí, si el LED está tapado, las gafas no grabarán contenido de ninguna forma.
Meta afirmó que sus gafas Ray-Ban pronto tendrían una serie de capacidades de vídeo con IA en tiempo real, lo que ampliaría enormemente la interacción entre el usuario y su asistente Meta AI. La idea es que las gafas y el asistente puedan procesar la información en vivo, y responder con una mejor capacidad, enviando imágenes al modelo de IA multimodal de Meta.
Con el uso de las grabaciones o tomas de las gafas, Meta puede conseguir una enorme reserva de datos para entrenar a generaciones cada vez más potentes de modelos de IA. El riesgo está principalmente en que los usuarios tengan claro el uso secundario que se está haciendo de las imágenes que generan y que pueden ser de su día a día y la intimidad de sus familias. Un reciente estudio de Harward ha revelado que posible utilizar las gafas inteligentes Meta con la tecnología de búsqueda de imágenes faciales para "revelar los datos personales de cualquier persona", incluido su nombre, dirección y número de teléfono, "con solo mirarla".
Esta decisión de la empresa de Mark Zuckerberg es similar a la tomada por Meta para sus redes sociales, Instagram y Facebook, en las que entrena a sus modelos de IA Llama con lo publicado por los usuarios en Estados Unidos. En la Unión Europea la legislación vigente ha bloqueado que la empresa pueda llevar a cabo esta iniciativa, lo que también supone que las compañías tarden o descarten desplegar nuevas funciones basadas en IA en los países miembro, como ha ocurrido con Apple Intelligence.
Es de esperar que ocurra lo mismo con el uso de las gafas Ray-Ban y las imágenes que recogen y se tratan con IA. O no llegarán a países como España estas novedades o la empresa deberá asegurarse que los usuarios tienen opciones para rechazar el uso de sus contenidos en el entrenamiento de IA según recoge la ley de esta región.