Los obstáculos que enfrenta Amazon para lanzar su nueva Alexa: desde las alucinaciones hasta la velocidad de respuesta
Fuentes internas y externas hablan de las dificultades de un proyecto que se está dilatando más de lo esperado.
Más información: Adiós a Alexa y Google Assistant: el ChatGPT más espectacular e increíble ya disponible gratis en España
Hace más de un año que se espera la llegada de una Alexa capaz de pedirte un taxi o comprar entradas para un concierto. El asistente de Amazon se convertiría en agente con más fluidez de conversación, como los chatbots actuales de la competencia que ya se usan en España, Gemini y ChatGPT, y con el poder de controlar otros servicios, llevando las skills de Alexa más lejos. Sin embargo, aún parece que tardará en llegar esta revolución para los hogares con altavoces Echo.
En 2024 ya se comentaba las dificultades técnicas por las que estaba atravesando este gran proyecto. Esperado para 2025, los obstáculos parecen seguir retrasando su llegada oficial. Rohit Prasad, director del equipo de inteligencia artificial general (AGI) ha explicado esta situación a The Finalcial Times.
El futuro asistente o agente de voz de Amazon todavía necesita superar varios obstáculos técnicos antes de ver la luz en las casas de quienes ya se han acostumbrado a conversar con Alexa en su día a día y más. Como problemas se han referido a las alucinaciones o respuestas inventadas que han caracterizado a todas las IAs y por las que aún se requiere de la supervisión de los humanos.
Amazon se ha propuesto que estas alucinaciones sean mínimas, "cercanas a cero" como ha indicado Prasad, siendo conscientes de que es un problema general en la industria. De ahí que aún se aconseje comprobar los datos que ofrecen los chatbots y no tomarse al pie de la letra todo lo que responden. Otro de los obstáculos estaría en la latencia, la velocidad con la que el asistente ofrece sus respuestas.
Desde el lanzamiento de ChatGPT por OpenAI y respaldado por Microsoft a finales de 2022, las grandes empresas de la industria se volcaron en crear sus propios chatbots e incorporar la IA a sus plataformas y servicios. En el caso de los agentes como Siri de Apple y Gemini de Google ha llevado más tiempo, aunque llevan mejor ritmo de despliegue que Amazon.
Varios extrabajadores han indicado al Financial Times que la dificultad principal del proyecto está al cambiar y combinar la tecnología anterior con la nueva, es decir, los algoritmos predefinidos simples con los que se construyó la Alexa actual, con los modelos de lenguaje más capaces, pero también impredecibles.
La compañía insiste en que su objetivo requiere una implementación técnica a gran escala y sin precedentes. La nueva Alexa no solo contestará preguntas con datos y códigos, pretende realizar acciones en nombre del clientes y para ello interactuar con servicios de terceros, comprando o reservando en restaurantes, por ejemplo.
El artículo también recoge las críticas de exempleados como Mihail Eric, que a mediados del mes pasado recriminaron a la empresa fallos como "datos mal anotados" o "documentación inexistente" u "obsoleta" necesaria para enriquecer las capacidades del modelo de LLM.