Impresionante, pero cierto. Unas pocas horas después de que el Soyuz TMA-03M se acoplase con un éxito total a la Estación Espacial Internacional con tres tripulantes a bordo, el Soyuz-2 fracasó en su intento de poner un satélite en órbita estrellándose contra la superficie terrestre tras perder la propulsión.

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Afortunadamente no se ha producido ninguna baja humana, pero el accidente podría poner en serio compromiso el programa espacial ruso debido a los repetidos fallos de sus misiones en los últimos intentos.

El Soyuz-2 es un cohete cuya misión era poner en órbita un satélite de comunicaciones ruso desde la base espacial Plesetsk. El satélite Meridian puede ser usado tanto para fines civiles como militares, pero no pudo alcanzar la órbita y se estrelló en la ciudad de Tobolsk en Siberia, a unos 2.300 Km de Moscú. Se sospecha que una combustión interna en la cámara de combustible en el lanzamiento puede haber provocado que la propulsión fallase y se quedase sin medio de impulso durante su puesta en órbita, por lo que el cohete acabó en caída libre.

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Otro fallo más a la cadena que cada vez se hace más larga de

Si recordáis, ya el pasado Agosto la Soyuz-U falló mientras transportaba una Progress de suministro, tres satélites Glonass de navegación lanzados en Diciembre de 2010 se estrellaron en el Océano Pacífico, y la Phobos-Grunt se ha quedado atascada fuera de comunicación en órbita y se espera que vuelva a la Tierra y choque contra su superficie próximamente, por lo que el historial reciente de fallos nos es demasiado tranquilizador para Rusia.

Por supuesto este accidente también hará que el próximo lanzamiento de la Soyuz planeado para el 26 de Diciembre que iba a poner seis satélites en órbita se retrase también.

Habrá que esperar a ver qué pasa al final, pero las cosas pintan muy mal para la Roscosmos.

vía | Universe Today