El futuro de Apple sin Steve Jobs, el gran reto de Tim Cook
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Steve Jobs era una persona única en el mundo, una persona cuya carisma y capacidad de lider hizo que su empresa, Apple, sea una de las más valoradas en el mundo. A parte de su forma de llegar al público, hay que reconocer que sus productos siempre han sido innovadores y de una altísima calidad, basta comparar los acabados que tiene un Macbook con cualquier otro portátil y la velocidad y estabilidad que su sistema ofrece.
Todo en Apple debía de cumplir unas normas y seguir unos patrones, como si fuera una especie de libro llamado “La filosofía y el estilo de Jobs”. Es simplemente admirable el trabajo y el esfuerzo que ha depositado en la compañía, aspectos que vemos reflejados en las miradas de complicidad y admiración que todos sus empleados tenían hacia Jobs cada vez que aparecía en un escenario o cada vez que hablaban con él.
Sin embargo, y por desgracia, el 5 de Octubre de 2011 Steve Paul Jobs falleció a causa del cancer que le llevaba atormentando desde 2003. Evidentemente fue un golpe muy bajo tanto para sus amigos y familiares como para sus compañeros y empleados. Pero dejando al margen el daño sentimental que todos recibieron, que es un apartado que no debe de ser tratado en profundidad por el dolor que puede causar remover el pasado, centremonos en su empresa, Apple, el lugar donde Steve colocó todos sus esfuerzos y donde siempre estará presente porque si no fuera por todo esto, quizás no tendríamos ordenadores como los Macbooks Air o móviles como el iPhone, que, aunque soy amante de Android, hay que reconocer que fue la musa para los sistemas operativos móviles como Windows Phone o Android.
Dudo mucho que Apple sepa recuperarse por completo de la pérdida de Steve Jobs, se mantendrá como una marca líder, de las grandes, de eso no tengo duda porque Cook se encargará de ello, pero la verdad, no creo que Cook sepa anticiparse a las nuevas eras o introducir conceptos revolucionarios como hacía Jobs, actos que hicieron de Apple más que una empresa, una religión. Así que el futuro de Apple debe de basarse en seguir la misma línea que marcó Jobs, pero eso no conlleva que se estanquen, sino que deben de adaptarse a nuevas eras y a nuevas épocas con nuevos conceptos y nuevos mercados en los que intervenir y, a ser posible, que sea ella la que cree esos conceptos y esos mercados, anticipándose a todos y haciéndolo mejor que nadie, solo en ese momento podremos decir que Apple vuelve a ser la misma que era. Este tipo de refrescos o actualizaciones las podemos ver cuando los iMacs pasaron a ser mucho más delgados y completamente de aluminio, manteniendo la idea de todo en uno pero adaptándose a los nuevos tiempos donde el plástico ya parecía sinónimo de mala calidad, todo eso sin perder la magia o la esencia que caracteriza a Apple.
En pocas palabras, el trabajo de Tim Cook es renovar la filosofía de Jobs pero conservando los mismos fines y las mismas metas. No puede estancarse porque sino todos le adelantarán, como ocurrió con Nokia por ejemplo, y más en estos tiempos en los que los competidores están ansiosos por ocupar el primer lugar que desde hace muchos años está ocupando Apple. Debe de seguir su curso, como si de una corriente de agua se tratara, buscando nuevos horizontes pero sin estancarse.
Si Steve Jobs colocó en ese lugar a Tim Cook, seguro que sabía lo que hacía, es un hombre muy competente, capaz de asumir el reto que es llevar una empresa como Apple. Conocía a Jobs como pocos y ha sido durante los últimos años su mano derecha para casi todo dentro de Apple así que ¿Quien mejor para continuar el camino de Steve que Tim Cook? Estoy seguro que ninguno, aunque que quede clara una cosa, como Jobs no hay nadie.