¿Qué pasa si metes la mano en el acelerador de partículas LHC del CERN?
Todos hemos tenido curiosidad de pequeños y hemos liado alguna. Yo por ejemplo quise comprobar qué pasaba al meter la mano en aceite hirviendo, ya que uno tiene que aprender por experiencia las cosas, si no cuesta mucho creerlas. Así es como funciona el cerebro humano, la experiencia es una de las formas con las que mejor aprende.
Hay gente que no tuvo suficiente con quemarse la mano al meterla en aceite caliente, así que se le ocurren cosas como la que hoy tratamos: ¿Qué pasaría si metemos la mano en el acelerador de partículas LHC del CERN? Para que os hagáis un poco a la idea de lo que estamos preguntando aquí, entremos un poco en materia.
El CERN es la Organización Europea para la Investigación Nuclear, que situado entre Francia y Suiza se encarga del estudio de la física de partículas. Uno de sus centros más conocidos mundialmente es el Gran Colisionador de Hadrones, más conocido como LHC. Dentro de sus 27 kilómetros de circunferencia se llevan experimentos acelerando partículas hasta casi la velocidad de la luz, y uno de sus fines es encontrar bosón de Higgs, una partícula predicha teóricamente pero no encontrada en la práctica aún que ayudaría mucho para la física moderna.
Total, que teniendo en cuenta que en el LHC viajan partículas a casi la velocidad de la luz con energías que cinéticas que sólo se han alcanzado en este acelerador, uno se hace la pregunta más lógica que le podría venir a la cabeza: ¿Y si meto la mano ahí?
Al principio los científicos no pudieron responder a la pregunta, pero finalmente se ha obtenido respuesta. Aquí tenéis el vídeo explicativo:
Como habéis visto no es nada recomendable, ya que según nos cuentan “dolería mucho”. Pero no sólo eso, la energía es tal que además de atravesar nuestra mano podría afectar a todo nuestro cuerpo. Según explican en el vídeo, el rayo que viaja por el LHC no es sólo ese minúsculo haz de unos milímetros, sino que su campo de influencia se extiende varios metros en lo que resulta como un gran rayo de protones y muones, así que todo nuestro cuerpo sería irradiado y moriríamos casi al instante.
Por lo que no, nunca, y repito, nunca jamás metas la mano en el LHC. Por muy tentador que sea. Es uno de los mejores consejos que puedes dar a tus hijos.