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Sangre joven en personas viejas, ¿el elixir de la eterna juventud?

20 octubre, 2012 11:29

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Desde hace siglos, la humanidad ha buscado mantenerse joven eternamente. No solo vivir muchos años, como poco a poco estamos consiguiendo (con ejemplos de individuos que llegan hasta los 120 años), sino mantenerse joven durante todos esos años, ya que vivir mucho pero con las consecuencias que acarrea la vejez no es demasiado cómodo.

Y, siguiendo con la estela de estos últimos días de la reunión de la Sociedad para la Neurociencia en Nueva Orleans, según otro de los estudios presentados, la sangre joven podría “rejuvenecer” a los individuos de mayor edad, al menos en ratones, ya que revierte algunos de lo efectos relacionados con el deterioro cognitivo en la vejez.

Esto se comprobó el año pasado, cuando Saúl Villeda, de la Universidad de Stanford en California, y sus colegas, consiguieron demostrar que podían estimular nuevas células cerebrales en ratones viejos mediante la infusión de sangre de ratones jóvenes (un estudio publicado en Nature).

“Sabíamos que la sangre tenía este gran efecto sobre las células cerebrales, pero lo que no sabíamos es que sus efectos se extienden más allá de la regeneración celular”.

Ahora lo que han hecho es poner a prueba los cambios de cognición (mejoras del pensamiento, la memoria, etc) mediante la vinculación de los sistemas circulatorios entre ratones jóvenes y viejos. Una vez la sangre de ratones jóvenes y viejos se había mezclado, los científicos analizaron sus cerebros, comprobando que el tejido del hipocampo de los ratones viejos con sangre joven mostraba cambios, concretamente en la expresión de 200 a 300 genes, que eran específicos de la plasticidad sináptica, el aprendizaje o la memoria. Además, también hubo cambios en algunas proteínas que participan en el crecimiento del nervio, y aumentaron el número y la fuerza de las sinapsis o conexiones neuronales en un área cerebral donde las células no crecen.

Como ya imaginaréis (sino, el estudio no tendría su gracia), esto no sucedia a la inversa, si se inyectaba sangre vieja a ratones jóvenes no había cambios.

El problema es que siguen las dudas, sigue sin saberse que tiene la sangre joven y que le falta a la sangre vieja para que suceda esto. Como comenta Tony Wyss-Coray, también de la Universidad de Stanford:

“No hemos identificado factores individuales responsables de los efectos rejuvenecedores de plasma joven todavía”

De momento, siguen buscando, y los candidatos son lípidos u hormonas. Y, por supuesto, tienen la esperanza de que esto pueda extrapolarse a los humanos. Puede que esto sea el comienzo de un futuro y verdadero “elixir de la eterna juventud”, quien sabe.

Vía: New Scientist.