Algún día podrás cargar el móvil con electricidad estática
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Todos hemos sufrido en algún momento una descarga de electricidad estática al tocar un objeto de metal o a otra persona. En la actualidad, investigadores estadounidenses están trabajando en un dispositivo capaz de aprovechar esta electricidad para cargar los móviles, sin tener que sacarlos del bolsillo.
Cada vez que andamos, corremos o incluso respiramos, producimos energía mecánica gracias a los músculos de nuestro cuerpo. Igual que con la dinamo de una bici, es posible aprovechar estos pequeños movimientos cotidianos para que se transformen en la electricidad suficiente como para cargar algún pequeño dispositivo, por ejemplo un marcapasos.
El laboratorio dirigido por Zhong Lin Wang del Instituto de Tecnología de Georgia lleva muchos años buscando alguna manera de transformar en electricidad los movimientos de nuestro cuerpo creando nuevos materiales capaces de generar electricidad si se encuentran en tensión mecánica (estirados o contraídos). Para potenciar este efecto se han creado materiales controlando su fabricación a escala nanométrica, consiguiendo aumentar la superficie del material.Esta idea ya tiene patentes, por ejemplo actualmente existen relojes que se cargan con el movimiento de los brazos. Sin embargo, la cantidad de electricidad que se obtiene es muy pequeña y aunque pueda servir para un reloj no sirve para los móviles actuales, que se descargan en un día y medio.
Por eso, en la actualidad Wang ha decidido tomar un camino diferente: investigar la electricidad estática y la fricción. Este es el efecto que ocurre cuando pasamos un peine de plástico por el pelo en un día seco y éste se eriza. Al llevar el móvil en el bolsillo del pantalón y andar éste se mueve, frotándose contra el tejido del pantalón y cargándose de electricidad estática. Estos investigadores han demostrado que es posible aprovechar este efecto (llamado efecto triboeléctrico) para producir electricidad gracias a un plástico llamado polietileno tereftalato y un metal que sea conductor. Al juntar estos dos materiales se cargan eléctricamente y al frotarse entre ellos se produce una corriente eléctrica suficientemente potente para llegar a cargar una batería.
El nanogenerador que han creado puede transformar un 15% de la energía desprendida por la fricción en electricidad, pero Wang asegura que con materiales más delgados se podría llegar hasta un 40%. Un trozo del tamaño de una uña produce 8 mV, suficiente para hacer funcionar un marcapasos, y un trozo de 5 centímetros cuadrados ya es capaz de cargar una batería de teléfono. Además, la fabricación del dispositivo es sencilla y hay muchas combinaciones posibles de plástico común y metal que también funcionarían.
Ya solo queda ver si funciona fuera del laboratorio, el problema es que en nuestra rutina diaria el móvil no se mueve tanto como para cargarse rápidamente, por lo que se está pensando en diferentes accesorios que aprovechen el movimiento de otras zonas de nuestro cuerpo mucho más “agitadas”. Por ejemplo, un captador de movimiento con forma de brazalete.
Poder cargar el móvil moviendo los brazos, un paso más cerca de dejar de depender del enchufe más cercano cuando vemos la batería en rojo. Y también crear un marcapasos que nunca se pueda parar sin tener que cambiarle las pilas. Y otras muchas aplicaciones. Todo ventajas.
Fuente | MIT Technology Review