¿El dinero puede modificar tu cerebro?
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Nos acercamos peligrosamente a la época de Navidad, donde se producen los sorteos más importantes del calendario español: la Lotería de Navidad y el Sorteo del Niño. En tales sorteos se llegan a ganar millones, pero muy lejos de los ganados en otros grandes eventos como el recientemente conseguido en los Estados Unidos, que contabilizaba un total de 588 millones de dólares (alrededor de 450 millones de euros, ¿os lo imagináis? seguramente no, pues nuestro cerebro no alcanza a imaginar tales cantidades ni queriendo).
Pero claro, si de repente tienes en el bolsillo millones y millones, de la nada, tu cerebro no sabe controlar las sensaciones. Se empiezan a segregar hormonas en cantidades industriales (como la dopamina, la hormona de la recompensa); y, si las cosas no van bien, también pueden segregarse otro tipo de hormonas propias de las malas situaciones, como la ansiedad y la depresión (se segrega cortisol, por ejemplo, la hormona del estrés).
Según los expertos, las cosas pueden llegar a salir mal, como dice el psicólogo Frank Farley, de la Universidad de Temple, y experto en comportamiento durante la toma de riesgos:
“El dinero no puede comprar la felicidad, pero si puede comprar una gran cantidad de atención. Usted se convierte en un objetivo financiero para algunas personas. Podría cambiar su vida diaria en formas en las que no tiene experiencia, ¿cuántas personas ingresan de repente 500 millones en su cuenta? Se plantean la posibilidad de fracasar, ¿qué hacer con tanto dinero? Todo el mundo empieza a llegar a usted con consejos y su vida se vuelve totalmente del revés”
Por otra parte, los estudios realizados sobre la felicidad conseguida tras la lotería tienen diversidad de opiniones. Muchas veces se habla del estudio del Journal of Personal and Social Psychology de 1978, donde se contaba la experiencia de 22 ganadores de la lotería que no acabaron demasiado bien después de hacerse ricos.
Sin embargo, también existe un estudio publicado en el Journal of Health Economics, donde los ganadores de la lotería de Reino Unido exponían una mejora de su salud psicológica tras ganar ese dinero, además de un bienestar mental mejorado. Eso sí, el estudio de Reino Unido solo se ceñía a ganadores de 200.000 dólares o menos, pero no se estudiaba a los ganadores mega-millonarios, algo que sí debería tenerse en cuenta, pues estos son los que peor acaban (según las noticias de los medios, claro).
Lo más intrigante del asunto es que el hecho de tener la posibilidad de ganar una gran cantidad de dinero, la esperanza, es lo que provoca una mayor euforia, y no el momento de ganarlo en sí mismo, pues este momento produce dopamina, pero en menor cantidad que el tiempo de espera de ganar, según comenta Scott Huettel, profesor de psicología y neurociencia de la Universidad de Duke:
“Las neuronas producen más dopamina de forma anticipada en los casos de una recompensa potencial. Lo sorprendente es que se trata de un proceso transitorio y no dura mucho tiempo”
Es un proceso similar al que os hemos explicado en algunas ocasiones en MedCiencia sobre las adicciones. Nuestro cerebro busca la secreción de dopamina, y esta se consigue repitiendo el comportamiento que la segrega (en este caso, la compra de billetes de lotería). Por eso se recomienda ganar dinero de forma progresiva (y también gastarlo de forma progresiva), en lugar de hacerlo de golpe, pues esto provoca una gran segregación de esta hormona, a toda velocidad, y el cerebro no esta acostumbrado a controlar la situación.
Vía: Discovery News.