El ejercicio físico nos hizo más inteligentes
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Seguro que con la llegada de 2013 son muchos los que tienen como propósito de año nuevo empezar a practicar ejercicio físico para mantener el cuerpo en forma (¡y nosotros que nos alegramos!). Pero según un nuevo punto de vista científico de la evolución humana, puede que el deporte no sólo sirva para mantener a tono nuestro cuerpo, sino también nuestro cerebro.
Este nuevo enfoque sugiere que somos inteligentes, en parte, gracias a que hace millones de años caminábamos, rastreábamos, cazábamos y recorríamos más distancias que cualquier otro mamífero y debido a ello, la idea general es que nuestro cerebro aumentó de tamaño y nos hizo más inteligentes gracias al ejercicio físico y todavía hoy necesitamos practicar ejercicio para que nuestro cerebro funcione de forma óptima.
Hoy en día, los seres humanos tenemos un cerebro que es aproximadamente tres veces más grande de lo que cabría esperar, dado el tamaño de nuestros cuerpos en comparación con otros mamíferos. Hay varias teorías para explicar este hecho, nosotros ya os contamos la importancia de la proteína DUF1220, pero hay otras hipótesis. Por ejemplo, algunos científicos evolucionistas señalan como claves acontecimientos tales como el consumo de carne y/o nuestras necesidades de interacción social (debemos recordar que nuestros ancestros tenían que planificar y ejecutar la caza en grupo, lo que requería complicados patrones de pensamiento), por lo que consideran que la evolución del cerebro se vio impulsada por la necesidad de pensar y por desarrollar un sistema digestivo “menos costoso” gracias a la introducción en nuestra alimentación de carne animal.
Pero ahora, otros científicos sugieren que la actividad física también podría jugar un importante papel en la explicación de nuestro tamaño cerebral. Es el caso de David A. Raichlen, antropólogo de la Universidad de Arizona y autor de un nuevo artículo sobre el papel del ejercicio físico en nuestro cerebro, que aparecerá publicado en la edición de enero de la revista Proceedings of the Royal Society Biology pero que ya podéis leer de forma gratuita en este enlace.
Creemos que nuestros primeros antepasados, los cazadores-recolectores, al ser atléticos y activos han ido pasando a la descendencia aquellas características fisiológicas que mejoraban la resistencia. Incluyendo proteínas como el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) que además de mejorar el rendimiento físico, tiene la particularidad de promover el crecimiento cerebral. De esta forma, con el paso del tiempo, nuestros antepasados cada vez tenían mayores niveles de BDNF lo que fue permitiendo el crecimiento y desarrollo cerebral.
De esta forma, los autores sugieren que si la actividad física ayudó a moldear la estructura de nuestro cerebro, lo más probable es que actualmente el ejercicio físico siga siendo indispensable para la salud cerebral. Y hay evidencia científica para esta idea, pues “estudios recientes han demostrado que el ejercicio físico regular, incluyendo andar, lleva a una mejora de las capacidades mentales” comenta Raichlen.
Obviamente, la idea de que el ejercicio físico ha ayudado a impulsar el crecimiento cerebral en el ser humano es sólo una hipótesis pues es casi imposible de demostrar. Aunque cuanto menos, resulta una hipótesis persuasiva.
Vía| New York Times
Imagen| Palscience