BLE, el Bluetooth de bajo consumo que quiere cambiar la forma de usar la tecnología
Pero a fin de cuentas, ¿cómo nos va a afectar? En principio, hacer lo mismo con menos consumo siempre es positivo, pero parece que habrá más. Y es que también podría abrir paso a nuevos dispositivos y usos, inviables con el consumo del Bluetooth clásico. Pensemos en gadgets que requieren una gran autonomía por ejemplo. Dispositivos que pierden la gracia si tenemos que estar siempre pensando en devolveros a su nave nodriza para recargarlos. Las pulseras para actividades deportivas están teniendo un gran desarrollo, y el BLE puede ofrecerles una gran oportunidad, cortando el cordón umbilical que les ata a un cargador doméstico y aumentando de esta forma dramáticamente su usabilidad. Por la misma regla de tres podemos pensar en otros dispositivos como relojes Bluetooth que sincronizan con tu Smartphone, supergafas futuristas, incluso los ya clásicos auriculares Bluetooth para hacer deporte o para “hablar con nuestro broker“…
Además, podríamos asistir a nuevos conceptos basados en la nueva tecnología que hagan nuestra vida un poco más fácil y segura. Se habla de conceptos nuevos ligados a la autentificación, automatización y salvaguarda de datos. Pero si algo me ha llamado la atención es en el área de la salud, en el que podríamos asistir a sensores de distintos indicadores vitales conectados por Bluetooth con tablets y teléfonos y por lo tanto con la red. Esto permitiría alertas, diagnósticos inmediatos y asistencia en tiempo real. La imaginación es libre.
Hoy por hoy no encontramos el BLE tan difundido como nos gustaría en el ecosistema Android, quizás la mayor pega que tiene por ahora. A finales de 2011 el iPhone 4S fue el primer dispositivo en incorporarlo, y desde entonces Apple lo está incorporando sus nuevos modelos. Se espera que se estandarice en poco tiempo pero la mayoría de nosotros no podemos usarla de momento (por poner un ejemplo, mi Note comprado en febrero de 2012 no tiene).
En resumen, el Bluetooth de bajo consumo nos anuncia una rápida estandarización ya en proceso, nuevos usos y dispositivos además de mejoras en los ya existentes, especialmente en dispositivos que dependen en gran medida de su autonomía.