Copyright

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El Copyright como fin de la libertad de expresión

17 abril, 2013 19:10
Desde los orígenes del copyright el 4 de mayo de 1557 con la Reina María I de Inglaterra y los derechos de autor, siempre ha habido una oscura intención, no solo por parte del propio autor en sí, sino por organizaciones con la intención de asegurar un monopolio y evitar una competencia hacia un producto o servicio que pueda obligar a dicho producto a mejorar o correr el riesgo de verse superado.

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Este monopolio del copyright no era ni más ni menos que un mecanismo de censura a cambio de un lucrativo monopolio en la imprenta londinense hasta el punto de que antes de realizar la impresión de cualquier aspecto, esta tendría que ser consultada primero a la consulta real y así ha sido desde su origen ininterrumpidamente en Inglaterra con la excepción de 1695-1710 dado que dicho monopolio no existió durante esos quince años.

El Copyright y los derechos de autor han sido utilizados desde su creación como un arma contra la libertad de expresión y de palabra como, por ejemplo, el proceso judicial realizado en 1765 en el caso Entick contra Carrington se determinaron que las autoridades no tenían ningún derecho a reprimir la libertad de expresión a menos que el método utilizado sea específicamente moderado según la ley. Incluso en tiempos más modernos se repitió este tipo de censura cuando la petrolera finlandesa Neste Oil utilizó la excusa de los derechos de autor y derechos de copyright para cerrar la página web de una protesta legítima llevada a cabo por Greenpeace contra la empresa petrolera. Neste Oil sencillamente amenazó por derechos de autor directamente al proveedor de servicios de internet de Greenpeace y no a Greenpeace directamente.

Estos y varios más repetidos a lo largo de la historia demuestran que el Copyright, lejos de la protección del trabajo de un autor es realmente un limitación a la libertad de expresión, y por ello una injerencia en los derechos humanos fundamentales. Este hecho es tan evidente que incluso ha sido confirmado recientemente por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Del mismo modo que en anteriores siglos afectaba a la libertad de expresión escrita y leída, este siglo se caracterizará por este atentado a la libertad de creación y expresión utilizando las nuevas tecnologías, no solo en lo que ya afectaba anteriormente como películas, libros o música, sino que esta censura es aplicada a blogs, páginas web, redes sociales, herramientas online y todo lo imaginable.

Para poder acabar con esta censura y falta de libertad de expresión en todos los aspectos es necesario modificar y revisar las leyes desfasadas actuales relacionadas con los Derechos de Autor y el Copyright a los tiempos actuales donde las disferencias y distancias entre diferentes puntos del mundo y modalidades creativas no son tan diferentes unas de otras así como el progreso depende no solo de la creación de nuevas herramientas sino la evolución y progreso de las herramientas existentes.

vía | TorrentFreak