5 conceptos erróneos sobre el Bosón de Higgs
El Bosón de Higgs es, sin duda alguna, uno de los descubrimientos científicos que más repercusión mediática ha tenido en los últimos tiempos. Difícil es encontrar a alguien, sea científico, abogado, deportista, profesor, carnicero o cualquier otra profesión que no sepa, al menos de forma muy básica, qué es el bosón de Higgs. De esto debemos dar las gracias a la difusión que se le ha dado en los medios de comunicación, incluso en los no especializados, y que han permitido que un tema relacionado con la ciencia, lejos de estar descuidado e ignorado por quien no se interesa por él, haya podido llegar a todo el mundo de forma sencilla y fácil.
No obstante, ¿de verdad es bueno esto? Por muy altos que sean los esfuerzos de alguien para poder acercar noticias, no debemos olvidar que detrás de una investigación científica hay muchos, muchos años de estudio y descubrimiento de conceptos fundamentales para poder comprender realmente qué ocurre y por qué, y eso es algo que no puede explicarse en un artículo o noticia. Citando un artículo de El Mundo Today: “En el disco de gas y polvo que rodea la estrella binaria IRAS 16293-2422, de formación reciente, encontramos glicolaldehído, lo cual… bueno, lo cual revela una serie de cosas que nos han dejado de piedra pero que no puedo resumir en dos frases a no ser que encuentres la manera de licenciarte en astrofísica ahora mismo“. No tener en cuenta esto termina provocando que la información que se difunda no sea del todo precisa y correcta, y si lo unimos al hecho de que las noticias de medios nacionales son vistas por mucha gente, un pequeño error puede terminar desencadenando una cadena de malentendidos que asumimos como ciertos cuando realmente no lo son. De esto se dio cuenta Mark Kruse, físico en la Universidad de Duke en Carolina del Norte, por lo que decidió ponerle solución de la forma más sencilla y eficaz posible: desmintiendo, razonadamente, cuáles de las cosas que “sabemos” del Bosón de Higgs no son más que errores y conceptos incorrectos.
1. El bosón de Higgs da masa al resto de partículas
Una de las más extendidas, pero no por eso ciertas: y es que, como el mismo explica, “¿Cómo es posible que una única partícula dé masa a todas las demás?”
Si bien sí es cierto que el bosón de Higgs tiene algo que ver con la forma en que algunas partículas adquieren su masa, no es porque se la dé el bosón en si, sino porque lo hace el campo que lo forma: el campo de Higgs, del que podéis encontrar más información en este artículo que publicamos hace ya unos meses.
2. El campo de Higgs da masa a todas las partículas
Al contrario de lo que muchas veces se nos da a entender, no todas las partículas de las que el universo está formado reciben su masa del campo de Higgs; este únicamente genera la de los quarks, que viene a ser la de un uno por ciento del Universo observable conocido ¿Por qué es tan importante entonces el campo de Higgs? Pues porque los quarks son, ni más ni menos, las partículas que forman los protones y los neutrones. Estos, a su vez, forman los núcleos de los átomos, que forman absolutamente toda la materia que vemos en el universo: plantas, animales, personas, objetos, planetas, estrellas, galaxias…
Pero la cosa no termina ahí: es importante remarcar que el campo de Higgs da masa a aproximadamente un uno por ciento de la materia visible del universo. Los científicos creen que la materia oscura podría recibir absolutamente toda su masa del campo de Higgs, o lo que es lo mismo, que esta interactúa mucho con el campo: estudiando esto, podríamos llegar a desvelar más misterios sobre ese componente que tanto nos fascina y que, aunque cada vez menos, se nos escapa.
3. El bosón de Higgs crea el campo de Higgs
Otro error muy extendido, ya que según cuenta Kruse, incluso algunos de los mejores escritores sobre física han extendido este error: y es que no es el bosón el que genera el campo, sino viceversa. El bosón es el que es, ni más ni menos, una consecuencia del campo de Higgs.
4. El campo de Higgs es lo que era conocido como “Éter”
En el siglo XIX, se conocía como “Éter” un medio que se creía que impregnaba todo el espacio y que permitía que la luz se desplazase. No obstante, para el desconcierto de los científicos de la época, el experimento de Michelson-Morley falló estrepitosamente cada vez que intentó demostrar de forma experimental su existencia. Esto hizo que la idea se abandonara y se buscara otra explicación válida. No obstante, cuando algunos físicos o escritores tratan de explicar lo que es el campo de Higgs, lo describen como un medio pegajoso por el que se mueven las partículas, y que la masa que les confiere no es más que la resistencia que ofrecen a dicho medio.
Como dice Krues, “no es una forma demasiado mala de pensar en el campo, excepto por el hecho de que no es ningún tipo de sustancia pringosa o que se pegue. No se trata de un medio, sino de un tipo de energía que impregna todo el espacio“.
(Como nota al margen: después del fracaso de Michelson-Morley, muchos otros científicos estudiaron posibilidades alternativas para los hechos que explicaba. Uno de ellos fue Albert Einstein, que presentó la teoría de la relatividad espacial que terminó dando un giro radical a la concepción que en aquella época se tenía de la física, y que sentó las bases para conceptos en aquel entonces revolucionarios e impensables y que hoy sabemos que son ciertos)
5. Hubo un momento “¡Eureka!” en la investigación sobre el bosón de Higgs
Al público en general la noticia se nos presentó de repente: nos levantamos un día y, con sorpresa y admiración, vimos, oímos o leímos que el CERN había encontrado lo que tanto tiempo llevaba buscando. No obstante, eso no quería decir que después de años de investigación, un día de pronto un experimento diera un resultado fuera de lo normal y al instante se dijera “Ya está, por fin hemos encontrado el Higgs”.
El descubrimiento del bosón de Higgs se basó en una acumulación de pruebas y expermientos, que reforzaban la tesis que con tanto ahínco se perseguía. Simplemente, se hicieron incontables experimentos, hasta que se determinó que la probabilidad de que lo que se había encontrado no fuera el bosón de Higgs era despreciable.
Fuente: Duke Today