Google y sus fracasos, ¿virtud o defecto?

Google es lo que es hoy día gracias a una serie de herramientas que prácticamente se han convertido en estándares de internet, como su buscador, YouTube o Maps. Pero como ya hemos visto en otras ocasiones, nunca se ha cortado un pelo en cerrar el chiringuito cuando lo ha considerado oportuno, de hecho, más de 1 de cada 3 servicios terminan siendo cerrados. Y es que parece que hay algunas compañías que a lo largo de los años se han ganado el derecho a utilizar el ensayo y error sin tapujos.

A pesar de todos los servicios cesados como Buzz, Wave, Reader… y otros tantos que aún no funcionan tan bien como cabría esperar, como Hangouts o Google+, basta con observar las cifras que Google se ha apuntado recientemente, para darnos cuenta de que en Mountain View no le tienen miedo a errar. Las acciones de la compañía han subido más de un 28% en lo que va de año, cuyos valores han crecido hasta un 50% en un año, alcanzando una capitalización bursátil de 300 mil millones de dólares y unos ingresos que han crecido un 30% a lo largo del último año. De hecho, momentos antes del Google I/O 2013, veíamos cómo la acción superaba los 900 dólares por primera vez en la historia de la compañía.

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Todos estos números no son más que indicativos de que Google es una compañía más que sana a nivel bursátil, y aunque haya más de un servicio con el que los usuarios no estemos satisfechos, no debemos olvidar que hablar de Google es hablar de publicidad, dado que su publicidad patrocinada genera el mayor porcentaje de sus ingresos. Publicidad que nos muestra a través de su ecosistema de servicios, y de ahí el interés por llegar a todos los ámbitos de la tecnología posibles, cada negocio que consigue sustentar, refuerza su ecosistema, si es que no se convierte en una plataforma de publicidad en potencia.

Tras tantos fracasos, Google sigue apostando tan fuerte como siempre con productos como Glass o el vehículo de conducción autónoma. Demuestra día a día que no solo ha fracasado estrepitosamente con muchas de sus apuestas, sino que además está orgullosa de sus errores, que acaban formando parte del combustible necesario para tratar de seguir innovando. Lo cual nos lleva a una curiosa conclusión: El éxito de Google está directamente relacionado con su disposición a tomar riesgos.