La guerra de la telefonía móvil se ha disputado durante los últimos años en una lucha por anunciar la pantalla más grande, el procesador más potente o la mayor cantidad de memoria RAM. Esta batalla por vender algo más potente que el vecino centrada en un hardware tan técnico ha ido separando cada vez más al usuario de la marca, y esto empieza a cambiar.

Una de las novedades por las que vemos luchar a los fabricantes es por ofrecer factores diferenciales en sus terminales de gama alta, y una de ellas es la resistencia al agua. Sony fue el primero con el Xperia Z, y ahora llega Samsung con una variante de su flagship, el Galaxy S 4. Se trata del SGS4 Active, una copia casi exacta del original que además incluye resistencia al agua.

Las diferencias no quedan del todo claras, pero lo que sabemos seguro es que Samsung se ha decantado sólo por el chipset de Qualcomm con LTE de cuatro núcleos a 1.9GHz, la misma pantalla de 5″ con densidad de 443PPI y la batería de 2.600 mAh.

Donde sí encontramos diferencias es en la cámara, que se reduce de 13 MP a 8 MP. Pero lo más importante, las dimensiones del SGS4 original son de 136.6 x 69.8 x 7.9 mm, mientras que en el Active aumenta a 139.7 x 71.3 x 9.1 mm. También vemos esto en el peso, que pasa de 130 gramos a 151 gramos. Esto podría ser de poca importancia si no fuera porque la parte trasera parece diferente en las fotografías, y seguramente sea debido a que la batería no se puede cambiar, con un cuerpo unibody, posiblemente para la resistencia al agua. Esto no está confirmado en la nota de prensa, pero todo parece indicar que así es.

Veremos si más fabricantes se suman a la moda de la resistencia al agua en terminales de gama alta.

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Fuente | Samsung