Temperamento alegre, corazón feliz
Noticias relacionadas
- La presión arterial alta en mayores de 80 años podría prevenir la demencia
- Ha llegado el Blue Monday 2017, el día más deprimente del año... ¿o no?
- Capturan el interior de las arterias por primera vez gracias a este revolucionario catéter
- Helen Taussig, la mujer que dio esperanza a los niños enfermos del corazón
Hablemos de sensación general de bienestar, porque la felicidad no es un estado permanente y parece ser que más bien se compone de buenos momentos. Pues bien, tratar de vivir nuestra vida con un temperamento más bien alegre y optimista podría ayudarnos a reducir de forma significativa las probabilidades de sufrir de un ataque al corazón (de un 33% a un 50%).
Los hallazgos proceden de la prestigiosa institución Johns Hopkins de Estados Unidos y se han publicado en la revista American Journal of Cardiology. Se ha realizado en casi 1.500 personas. Los resultados se suman a los de anteriores investigaciones en las que se afirmaba lo mismo, pero por el lado contrario: las personas deprimidas y ansiosas tienen más probabilidades de sufrir ataques al corazón y morir de ellos.
Alegría, alegría
Podemos definir una sensación general de bienestar con el hecho de sentirse alegre, relajado, enérgico y satisfecho con la vida. Para ello es muy importante tener una actitud positiva frente a la vida, tender a mirar el lado bueno de las cosas y tener una tendencia alegre. Los investigadores han advertido en este sentido que las personalidades alegres lo son probablemente por el temperamento con el que uno nace, y que es algo que no puede cambiarse fácilmente. Sí que puede trabajarse, claro que sí.
Los investigadores encontraron que una sensación general de bienestar se asocia con una reducción de una tercera parte de los eventos coronarios. Asimismo, entre los que se consideran en mayor riesgo de un evento coronario, la reducción es de casi el 50%. Para los resultados se tuvieron en cuenta otros factores de riesgo cardiovascular como la edad, el tabaquismo, la diabetes, los niveles altos de colesterol y la presión arterial alta.
Para validar los resultados, los investigadores observaron información similar en una población general utilizando datos de 5.992 participantes de la National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES). En esta población, a la que se siguió durante 16 años de promedio, se produjeron eventos coronarios en un 20,5% de los voluntarios. Los científicos también observaron el beneficio significativo del temperamento alegre, que redujo el riesgo en un 13%.
¿Dónde podría estar el motivo de esta reducción de los eventos coronarios? Si bien algunos estudios han sugerido que es posible que las personas con una personalidad más alegre son también más propensas a tener un mejor cuidado de sí mismos, así como tienen más energía para hacerlo, los científicos del estudio reciente aseguran que las personas con niveles más altos de bienestar todavía presentan muchas factores de riesgo de enfermedad coronaria (lo que no constataría este mejor cuidado de sí mismos), pero sí que muestran menos eventos cardíacos graves. Por lo tanto, parece ser que los mecanismos que subyacen a los efectos protectores del bienestar positivo siguen sin estar claros. De todos modos, la investigación ofrece algunas pistas e ideas sobre la interacción entre mente y cuerpo. Todos sabemos que la salud es el resultado del equilibrio entre cuerpo y mente.
Ya en el 2010, un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) evaluó el riesgo de enfermedad cardíaca en 862 hombres y 877 mujeres en base a las emociones positivas y negativas, y los resultados mostraron también que sentirse feliz y ser entusiasta reduce el riesgo de enfermedad coronaria. Y también en 2010 se habló de ello en la Reunión Anual de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés: la felicidad mejora la calidad de vida de las personas, protege su sistema inmunitario frente enfermedades y ayuda a recuperarse de determinadas patologías. Por el contrario, sentimientos como la impaciencia, la irritabilidad y la aumentan la tensión arterial, uno de los factores de riesgo cardiovascular. En ese momento, incluso algunos especialistas pusieron los aspectos psicológicos como riesgo cardiovascular tan significativo como lo pueden ser el hábito tabáquico o la hipertensión.
Sonríe, tus defensas lo agradecerán
Son también varios los trabajos que han constatado que una actitud positiva ante la vida alarga la vida y, en caso de enfermedad, ayuda a reforzar el sistema inmunitario. Incluso es un factor importante en el proceso de recuperación de determinadas patologías, como el cáncer.
La sonrisa, ese acto físico que pone en marcha un gran número más de 300 músculos del organismo y que es la expresión física del bienestar y de momentos positivos y alegres, también influye directamente en una mejora de nuestra salud, al funcionar como analgésico natural y calmar el dolor.
Fuente | Psychcentral
Imagen | Barbara M.