La popularización de las impresoras 3D es inevitable, y con ella la cantidad de posibilidades que tendrá el usuario medio. No solo eso, sino que organizaciones como la NASA están trabajando para sacar un gran provecho de esta tecnología. Sí, es cierto que la impresión 3D puede dar lugar a creaciones muy peligrosas, pero no lo es menos que se abren una gran cantidad de posibilidades.

Por ejemplo, con ella la NASA pretende solucionar uno de los grandes problemas de la exploración espacial: la falta de recambios. Hasta ahora, cuando los astronautas presentes en la Estación Espacial Internacional (ISS en inglés) pierden una pieza o se rompe y no tienen repuestos, tienen que esperar a que desde Tierra organicen una nueva misión, algo que puede tardar meses. Y es que mandar apenas unos cientos de kilos al espacio es algo carísimo, por lo que la cantidad de piezas repetidas se mantiene al mínimo posible.

Pero como todo el mundo sabe, por muy profesional que seas siempre se pierde algo, o se parte o simplemente no encaja. La solución bien podría estar en la impresión 3D, que ya es posible realizar en gravedad cero. Así, estos aparatos funcionan igual que en la Tierra, con el diseño de la pieza en cuestión realizado en un ordenador, pero esta máquina es capaz de trabajar en las condiciones que sufren los astronautas de la ISS.

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Está previsto que esta impresora se mande a la estación en Junio del año que viene, y seguramente no sería la única, ya que la NASA también está trabajando en impresoras de comida, que a partir de nutrientes puedan crear alimentos parecidos a los “reales”.

Fuente | The Verge