Trasplante de células cerebrales, ¿una posible solución para los trastornos neurológicos?
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Normalmente estamos acostumbrados a oir que se realizan trasplantes de algunos órganos para salvar o mejorar la calidad de vida de las personas. Entre los más conocidos se encuentra el trasplante de corazón, pulmón o riñón, e incluso el trasplante de hígado (o parte de él). Sin embargo también existen los trasplantes de piel, o de médula ósea. Pero esto con el cerebro no puede suceder, a menos que te llames Frankenstein, ¿no?
Pues resulta que sí puede suceder, aunque no sería un concepto a tan gran escala. Es decir, no se puede trasplantar un cerebro completo, pero si pequeñas partes de él, y dentro del mismo donante. Al menos así lo afirman los investigadores de la Universidad del Oeste y del Instituto de Investigación en Salud Lawson (Canadá). Dichos científicos afirman que las pequeñas biopsias de tejido cerebral (extracción de muestra de tejido) podrían ser cultivadas, dando lugar a un gran número de células, que podrían ser trasplantadas al mismo paciente posteriormente. Su estudio ha sido publicado en el The FASEB Journal.
Según estos investigadores esta técnica podría ser beneficioso para tratar casos de trastornos neurológicos como el Parkinson, o el Alzheimer, entre otros tipos de lesiones del sistema nervioso.
Para su estudio participaron 19 voluntarios que sufren la enfermedad de Parkinson. Estos pacientes fueron programados para una cirugía de estimulación cerebral profunda (DBS en sus siglas inglesas). Durante el procedimiento se colocan unos electrodos directamente en el cerebro para reducir los síntomas de la enfermedad de Parkinson en los pacientes que no responden bien al tratamiento con fármacos, aunque esto no implica parar la progresión de la enfermedad.
Pero antes de colocar estos electrodos, los investigadores cogieron pequeñas muestras de tejido de los cerebros de los pacientes, que posteriormente fueron cultivadas dando lugar a millones de células específicas. Estas células se sometieron a análisis genético y los investigadores congelaron las células sobrantes para su uso en el futuro.
Como bien explica el Dr. Matthew Hebb, profesor del Departamento de Ciencias Neurológicas Clínicas, Oncología y Otorrinolaringologia de la Escuela Schulich de Medicina y Odontología de la Universidad de Western, estas células cerebrales producidas en cultivo pueden hacer las mismas funciones que un tipo de célula cerebral llamada glía. Estas células son muy importantes para la actividad cerebral, y son capaces de protegerse de lesiones, toxinas y enfermedades. Por tanto, estas células de cultivo podrían transformarse y servir de tratamiento para trastornos neurológicos tan específicos como el Parkinson que sufren estos pacientes:
“Con estos avances, es posible que estas células puedan producir otras células cerebrales específicas para una enfermedad en particular, como neuronas con dopamina para el Parkinson, o oligodendrocitos en la esclerosis múltiple”
En definitiva, las células pueden ser cultivadas y guiadas para transformarse en un tipo mucho más específico que acabaría curando las enfermedades neurodegenerativas que, hoy por hoy, no tienen más cura que el tratamiento paliativo para no sufrir tanto sus síntomas.
Vía | FASEB.