Las pantallas curvas llegan gracias a Samsung y LG, pese a su discutible utilidad
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Este mundo nuestro de tecnología e información se mueve por modas. A veces toca hablar de cómo las pantallas 3D revolucionarán el mercado, y en otras ocasiones son los dispositivos cada vez mas grandes. Algunas de esas modas desaparecen a los pocos meses de iniciarse, y otras dejan de serlo para quedarse como tendencias de la industria. Pues bien, ante nosotros se encuentra el inicio de una nueva moda, que aunque parezca pertenecer al primer grupo, realmente tiene potencial para ser lo segundo.
Estamos hablando de las pantallas y los dispositivos móviles curvos. Hasta ahora todo el mundo estaba contento con sus smartphones y tablets planos, pero Samsung y LG piensan que eso es porque aún no hemos probado un dispositivo curvo. Ambas compañías surcoreanas se han pisado los talones mutuamente, y solo era cuestión de tiempo hasta que alguien diese el primer paso. Y esa ha sido Samsung.
El Samsung Galaxy Round no es un dispositivo tan sorprendente como pudiera parecer, pero solo porque la mayoría de sus características técnicas son las de un Galaxy Note 3. El SoC es el mas buscado por todos los fabricantes, el Snapdragon 800 de cuatro núcleos a 2.3 Ghz, y junto con sus 3 GB de memoria RAM debería ser uno de los modelos mas potentes del mercado. Donde realmente destaca el Galaxy Round respecto al resto de la gama es, por supuesto, en la pantalla curva de 5.7 pulgadas y resolución 1080p.
En un principio puede parecer que esta pantalla no es mas que un elemento para llamar la atención y que pronto será olvidada, pero Samsung ha implementado algunas características interesantes. Por ejemplo, el llamado “Roll Effect” permite mover un poco el dispositivo para que nos muestre una pantalla con información, en vez de tener que cogerlo y pulsar el botón de desbloqueo como suele pasar. Igualmente, apps como el reproductor de música se pueden controlar con estos movimientos.
En todo caso, llama la atención que estas novedades se centren mas en el uso de los sensores de movimiento (que hasta ahora era limitado) que en la propia pantalla en sí. La forma del dispositivo permite este tipo de funciones, pero tal vez se echa en falta una razón de peso para elegir este modelo en vez de un Galaxy Note 3, sobre todo teniendo en cuenta que se espera que sea mas caro (unos 1000€) y que la batería es peor (2800 mAh por los 3200 mAh del Note 3). Además, por el momento solo estará disponible en Corea del Sur.
Por tanto, ahora la pelota queda en el tejado de LG, que no ha ocultado ni por un momento que, en efecto, se encuentra desarrollando un dispositivo similar, pero tal vez en este caso sí que deberíamos esperar sorpresas, especialmente relativas a la batería. Y es que se nota que Samsung ha tenido que sacrificar la vida de la batería para poder meterla en la carcasa, algo con lo que LG no espera tener problemas gracias a una batería curva. Además, también está desarrollando baterías en forma de cable (en la imagen), aunque en principio estas estarían orientadas a relojes inteligentes u otro tipo de dispositivos.
Por tanto, ya podemos decir que las pantallas curvas han llegado pero, ¿lo han hecho para quedarse? Eso es como mínimo dudoso, ya que aún tienen que presentar mejoras sustanciales respecto a los modelos planos como para justificar el pago adicional. Pero con el paso del tiempo y el abaratamiento de los procesos de fabricación, es posible que estemos ante la tendencia del futuro.