3 nuevos y curiosos descubrimientos: un escorpión, un tiburón y una margarita
Nuevo escorpión: Euscorpius Lycius
Lo que tiene de especial la nueva especie de escorpión es que pertenece a un género muy estudiado pero muy complejo y existen muchos errores de clasificación. A diferencia de los escorpiones que podemos ver en los documentales, es una especie pequeña, sin pasar de los 3 cm de largo, cuyo veneno es bastante débil, causando el mismo efecto que el veneno de un mosquito. Suele vivir escondido en los bosques de pinos debajo de piedras.
El nombre específico de lycius hace referencia al lugar donde ha sido encontrado, en la antigua Licia, haciendo referencia a los mitos griegos y egipcios.
Nuevo tiburón martillo: Sphyrna gilberti
En el caso de este tiburón, al que podemos ver en la fotografía de portada, la historia de descubrimiento es realmente muy curiosa. Externamente es indistinguible al tiburón martillo común y por esta razón su descripción ha tardado tanto en llegar. Gracias a un estudio de la Universidad de Carolina del Norte en el que se estaban analizando distintas especies de cuencas fluviales y de rías, analizaron el genoma de una especie de tiburón martillo que anida en una de las rías de Carolina del Sur y encontraron dos perfiles genéticos muy diferentes.
Buscando en la bibliografía, encontraron que en 1967, Carter Gilbert, había descrito un tiburón martillo con 10 vértebras menos que el tiburón martillo común (Sphyrna lewini) y los investigadores pudieron constatar que efectivamente se trataba de la misma especie que ellos habían descubierto en la ría y que, de hecho, constituye una nueva especie aún no descrita. En honor a su primer descubridor, el nuevo tiburón martillo lleva su nombre.
Nueva margarita: Coespeletia palustris
Lo interesante de este descubrimiento es que la nueva planta, a parte de su fascinante aspecto, pertenece a un género que cuenta con 7 especies en el mundo, endémicas de los Andes colombianos. Todas ellas se encuentran en altitudes de entre 3.800-4.800 metros y su polen es muy particular.
La nueva especie, sin embargo, pertenece a los Andes venezolanos y habita en una zona pantanosa del páramo que allí se encuentra. Las condiciones climáticas de esta zona están muy afectadas por el cambio climático por lo que es posible que la nueva especie esté en peligro de extinción.
Fuente: Zookeys, Science daily, Phytokeys