Las muertes por intoxicaciones alimentarias son poco comunes

Este fin de semana los periódicos de España se han hecho eco una y mil veces de la trágica muerte de una família a causa de una intoxicación alimentaria tras el consumo de comida caducada. Esta misma mañana lo comentaba con mis compañeras de la carrera, ya que en mi opinión es una noticia triste, pero una noticia de la que están sacando un jugo más morboso que otra cosa, ya que la crisis en España sigue muy vigente y el umbral de la pobreza ya amenaza a muchas familias, como el caso de estas tres personas fallecidas.

Por otra parte, las intoxicaciones alimentarias son más comunes de lo que pueda parecer, aunque se haya retratado esta en especial como algo muy extraño. Eso si, lo que no suele ser normal es la muerte por una intoxicación alimentaria, eso es más bien raro.

Como podréis imaginar, las causas de intoxicación alimentaria son muy diversas, desde alimentos en mal estado, mal conservados (como la mayonesa casera en verano, o el pescado mal congelado), o el consumo de alimentos caducados, como sucedio con el caso que tratamos hoy.

Aún así, repito, la muerte por una intoxicación de este tipo es poco común, y no suele pasar de los vómitos y diarreas temporales, como bien apunta el experto Andrés Sánchez-Yagüe, de la Fundación Española del Aparato Digestivo.

Según comenta, aún es necesaria una investigación completa para saber a ciencia cierta que bacteria o toxina bacteriana ha causado tal intoxicación, ya que existen muchas (una bastante común la produce el Staphylococcus aureus, provocando síntomas a los 30 minutos del consumo de alimentos), y muy pocas acaban tan mal.

Como también apunta este experto, hace falta una higiene adecuada y un producto en buen estado, evitando por supuesto aquellos caducados y teniendo especial cuidado con alimentos como las salsas, carnes o la leche:

 “Dependiendo de los productos nos podemos tomar más licencias a la hora de saltarnos más o menos una fecha de caducidad, ya que son productos que se utilizan como conservantes”.

Eso si, como bien matiza Sánchez-Yagüe, hay que tener muchísimo cuidado con los alimentos que caducan rápido, observando cualquier anomalia como cambios de color, aparición de moho o cualquier señal que indique mal estado. Además, es tremendamente importante una buena conservación y posterior cocción de los alimentos, pues si no se cocinan adecuadamente sus proteínas (la parte estructural de los alimentos) pueden cambiar, dejando así la entrada libre a diversas bacterias.

Así pues, en conclusión, lo sucedido este fin de semana con estas tres personas es una tragedia, pero no creo que sea necesario sacar tanto morbo de las situaciones tristes como esta (aunque sea para denunciar la crisis que sufrimos, que es bastante evidente). Pero, eso si, hay que dejar claro que las intoxicaciones alimentarias no suelen acabar causando la muerte.