Implantado por primera vez el corazón artificial del futuro
La investigación de protesis ha avanzado a pasos de gigante en los últimos años, y ya es posible mejorar la vida de personas que han perdido miembros por diversas razones. Pero cuando hablamos de sustituir órganos internos, la cosa cambia, siendo el corazón el principal objeto de estudio pero al mismo tiempo uno de los mas difíciles de estudiar. La idea de un corazón artificial no es nueva, ni mucho menos, pero en sus inicios cada intento no había dado resultados demasiado prometedores, con los pacientes falleciendo meses después de recibir el implante. Poco a poco la situación ha ido mejorando, pero siempre esperando una gran revolución en este campo que no terminaba de llegar.
Implante revolucionario en Francia
Con la implantación del corazón artificial bioprostético de Carmat a un paciente de Francia, es muy posible que esta revolución acabe de llegar. La palabra “bioprostético” viene del hecho de que este dispositivo mezcla tejido animal con piezas mecánicas, en una unión que busca solucionar algunos de los problemas que siempre han tenido los corazones artificiales, la formación de coágulos en la sangre.
Aunque en las últimas décadas se han desarrollado materiales diseñados específicamente para evitar esos coágulos, al final parece que la solución estaba en la propia naturaleza. Al usar tejidos cardiacos de vaca en su interior en vez de plásticos, la posibilidad de que el paciente acabe sufriendo ataques cardíacos se reduce enormemente.
Que el paciente pueda vivir una vida normal, la prioridad
Otra característica única de este corazón artificial es que está diseñado para durar hasta cinco años con una vida normal, algo muy raro. Normalemente los corazones artificiales son soluciones temporales, diseñadas para permitir al paciente esperar un transplante; pero la solución de Carmat en cambio permite llevar al menos una vida social normal, que no es tan dependiente de medicamentos y permite movimientos, por limitados que sean.
Desafíos difíciles de solventar
Por supuesto, siendo pionero en este tipo de dispositivos, el corazón artificial de Carmat tiene sus propios problemas. Por ejemplo, es tres veces mas pesado que el corazón humano medio, un problema que es de esperar se solucione conforme vayan pasando las versiones y la calidad de los materiales mejore. Otra manera en la que los pacientes notarán que su vida es diferente es en el hecho de que el dispositivo usa baterías de ion-litio externas; como sabemos, la necesidad de dar energía a estos dispositivos es uno de los desafíos a los que se enfrenta la medicina moderna.
Pero sin duda el gran problema es que no está a al alcance de todos, con un coste de entre 140,000 y 180,000 euros, que pese a todo es de esperar que muchos clientes estén dispuestos a pagar. Clientes que por el momento lo mas probable es que sean hombres, ya que su tamaño es tan grande que solo el 20% de las mujeres podría llevarlo en su interior. En todo caso, Carmat asegura que ya está trabajando en un modelo mas pequeño tanto para mujeres como para clientes de Asia.
Problemas que no empañan una gran ocasión como esta, que bien podría hacernos mirar al futuro de la medicina con mas optimismo que nunca.
Fuente | Reuters