Demandan a la NASA por no estudiar una forma de vida... que es una roca

Si algo no falta cada vez que se hace un descubrimiento científico, son teorías conspiratorias. La mas reciente es la de un autoproclamado “científico” que ha demandado a la NASA porque piensa que no ha investigado lo suficiente una forma de vida alienígena. Tal “forma de vida” es la famosa roca que fue encontrada delante del rover Opportunity en Marte no hace mucho.

Ahora bien, esa roca no es una roca cualquiera, y merece la pena investigarla como ya ha hecho la NASA; el motivo es que apareció “de repente” delante de la cámara del Opportunity, todo un evento que llamó mucho la atención. Después de investigarla con los sensores incorporados, se confirmó que en efecto era una roca, aunque su composición y su color no son marcianos. Todo eso apunta a una de las teorías formuladas cuando se avistó por vez primera: proveniene de un meteorito cuyo impacto ha dispersado trozos de roca, uno de ellos acabando cerca del Opportunity.

A veces las rocas son solo eso, rocas

Esta explicación no parece ser suficiente para Rhawn Joseph, autor de libros de temática tan extensa como el 11-S, “conciencias cuánticas” y la llegada de extraterrestres a la Tierra. Lo cual no tendría ningún interés sino fuera por la demanda impuesta a la NASA por no cumplir su trabajo. Y es que según Joseph, la roca no es tal, sino una forma de vida alienígena que siempre estuvo ahí, pero creció entre foto y foto. Así que está dispuesto a gastar el tiempo y los recursos de la NASA para que se dediquen a investigar y publicar cientos de fotos, en todos los ángulos e iluminaciones posibles.

marte-roca

El caso de Rhawn Joseph es solo otro ejemplo mas de lo que pasa cuando las ideas conspiratorias se popularizan y se llevan a los tribunales. La ciencia se basa en la crítica y en no aceptar todo lo que nos dicen; pero también hay veces en las que hay que reconocer que una roca es una roca, y seguir adelante. Porque si no hubiésemos hecho eso, jamás hubieran podido llegar los rover a Marte.

Fuente | Popular Science