¿Qué relación tiene el autismo con la vitamina D?
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Pues bien, el susodicho estudio ha encontrado una relación causal entre la vitamina D y tres hormonas que esenciales en el comportamiento social: la serotonina, la oxitocina y la vasopresina. En el cerebro, la serotonina actúa como neurotransmisor, y ayuda a modular el comportamiento social; incluso afecta el cableado y la estructura cerebral. Al parecer, la vitamina D podría activar un gen que produce una enzima que conduce a mayores niveles de serotonina.
Pero he aquí otro punto importante y que podría matar dos pájaros de un tiro: la investigación también ha constatado que el gen afectado por la vitamina D tiende a disminuir la producción de serotonina en el intestino y otros tejidos. Esto es importante porque altos niveles de serotonina en el intestino (donde se encuentra en un 90%) pueden causar problemas intestinales, asociados a menudo con el autismo.
Con este estudio, los científicos han dado respuesta a dos misterios sin resolver hasta ahora:
- La anomalía de la serotonina: las personas con autismo tienden a tener bajos niveles de serotonina en el cerebro, pero altos niveles en la sangre, vinculados a los problemas intestinales.
- ¿Por qué el autismo tiene preferencia masculina? La hormona estrógeno puede aumentar los niveles de serotonina.
Una relación conocida
Investigadores de Suecia y Estados Unidos ya habían encontrado que la carencia de vitamina D podría estar asociada con los trastornos del neurodesarrollo en la población infantojuvenil y más en concreto del autismo. Tambien interesante es destacar la teoría de John J. Cannell, director ejecutivo del Vitamin D Council y experto en psiquiatría, sobre la carencia de vitamina D y su relación directa con el autismo. En un artículo publicado en el 2007 y actualizado en el 2010, este científico habla de esta correspondencia.
En la asociación AVA sobre autismo también se habla de esta relación con una detallada explicación en la que indican que ya en el 2001 unos investigadores denominaron a la vitamina D “el ignorado neuroesteroide”, determinando que debía analizarse su carencia como un factor de riesgo del autismo. Estudios posteriores, indican, han afirmado que la vitamina D, como neuroesteroide, ofrece “neuroprotección, efectos antiepilépticos, inmunomodulación e impacto sobre múltiples neurotransmisores cerebrales, así como regulación del comportamiento.
Carencia de vitamina D
Los investigadores consideran un dato importante: en Estados Unidos se ha producido un aumento de las tasas de autismo en un momento en el que hubo grandes caídas en los niveles medios de vitamina D.
Dos estudios españoles de 2011 y 2012 concluyeron que la deficiencia de vitamina D en España es más frecuente de lo que sería esperable en función de la exposición solar de nuestro país. Las recomendaciones de los dermatólogos y autoridades sanitarias para prevenir el cáncer de piel (evitar la exposición solar en las horas centrales del día y usar de cremas de alta protección solar) están siendo, probablemente, de una forma estricta. La piel morena de la población española también puede jugar un papel para justificar que más de la mitad de la población puede estar en riesgo de presentar carencia de vitamina D.
Los autores del trabajo abogan por la complementación de la dieta con la vitamina D. También sostienen que, en la atención prenatal, el seguimiento de los niveles de vitamina D debería convertirse en una práctica estándar.
Fuente | Psyblog
Imagen | Berta