Como sabéis, los satélites van a una gran velocidad (unos 28.000 km/h), y seguirlos no es nada fácil, lo cual puede suponer un problema para asegurar las comunicaciones cuando se desprenden del cohete que los ha puesto en órbita. Una diferencia de apenas unos grados en las antenas receptoras durante la transmisión de las primeras señales puede suponer perder el satélite, incluso con grandes antenas de 15 y 35 metros de las estaciones de la ESA (Agencia Espacial Europea).

Para solucionarlo, la compañía española Isdefe en colaboración con la propia ESA han desarrollado el sistema SARAS, acrónimo de ‘Adquisición Rápida para Satélites y Lanzadores’, que amplía la “ventana” disponible para contactar con el satélite. Y lo mejor es que no es necesario cambiar de antenas, sino que se trata de un añadido a las ya existentes, en forma de ocho sensores de radiofrecuencia que se instalan en los bordes de ellas.

Captando satélites en doce segundos

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Las señales captadas por los ocho sensores sirven para estimar la dirección en la que proviene la transmisión, siendo posible cambiar la dirección de la antena para una mayor precisión. Todo esto implica que ahora es posible recibir señales de un nuevo satélite en apenas doce segundos, aunque ya se espera que posteriores versiones del sistema rebajen ese tiempo hasta los dos segundos.

Por el momento el sistema ya se ha probado con éxito en la antena de 15 metros de la ESA en Villanueva de la Cañada (Madrid), y se espera que pronto sea patentado para su uso en toda Europa.

Fuente | ESA