Un implante cerebral que conseguirá que la gente vuelva a caminar
Si hace un par de décadas nos hablaran sobre implantes cerebrales capaces de realizar mil y una proezas, tacharíamos al osado individuo de loco. Pero puede que la cosa no esté tan lejos como podríamos imaginar, pues ya os hablamos de la mano biónica capaz de sentir. Hoy la cosa va un poco más allá, según las novedades que nos llegan del A*Star Institute of Microelectronics de Singapur: Un implante cerebral para devolver la posibilidad de caminar.
Un implante cerebral para ayudar a amputados y personas con lesiones medulares
Si, esto es lo que están desarrollando actualmente, un conjunto de sondas neurales suficientemente pequeño como para implantarse en el cerebro sin llegar a dañar los tejidos de alrededor, bastante delicados como podéis imaginar. ¿Su función? Lograr que los individuos amputados o personas con lesiones medulares puedan controlar miembros artificiales.
Lo que conseguirá este implante, de forma resumida, es crear un vínculo entre nuestro cerebro y las extremidades artificiales, algo así como un mando a distancia implantado en nuestra cabeza, consiguiendo que aquellos que lo necesiten sean capaces de moverse y caminar. Esto solo es el principio, pues los implantes podrían ir mucho más allá.
Implantes cerebrales: También tienen sus riesgos
Eso si, cabe destacar que no todo es de color de rosa, pues jugar con las conexiones neuronales tiene sus riesgos evidentes. Para llegar a insertar un dispositivo de este estilo se tienen que realizar una serie de perforaciones en el cráneo e insertar electrodos. Y claro, si la cosa no va bien, lo más probable es acabar desarrollando alguna infección o producir una hemorragia cerebral (si, suena peligroso).
Pero Ming-Yuan Cheng, investigador principal de este proyecto, ha pensado en todo. Para resolver estos problemas secundarios se usó una sonda muy fina para tallar los agujeros, de tan solo 750 micrómetros (el 75% de un milímetro). La sonda logró implantar las matrices neurales en el espacio subaracnoideo del cerebro, entre las meninges cerebrales (capas de tejido que rodean y protegen la médula espinal y el cerebro). Es decir, los implantes no se instalan directamente en el cerebro, sino entre dos de sus capas protectoras.
Por el momento los ensayos de biocompatibilidad han demostrado buen funcionamiento y no ha habido ruptura de células ni alteración del crecimiento celular, pero aún queda mucho camino por andar.
Vía | Jorrnal of Micromechanics and Microengineering.