El ordenador que reconoce si estás fingiendo dolor
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Muchos de vosotros podréis sentiros orgullosos de reconocer enseguida cuando alguien finge una sonrisa, o incluso una risa, o el dolor ¿no? Hay veces que es muy fácil, pero otras no tanto. Sin embargo, los informáticos siguen pensando que aunque sea fácil reconocer estos sentimientos casi siempre, todo es mejorable. Ya os hablamos en su día de la app para Google Glass, Emotient, capaz de reconocer las emociones y expresiones faciales en tiempo real, pero ahora una nueva tecnología puede detectar justo lo contrario, las expresiones falsas.
Reconociendo las expresiones falsas de dolor
Según comentan estos investigadores, su tecnología es capaz de detectar expresiones falsas de dolor con una precisión del 85% (mucho mejor que el ser humano común, aunque practique). Por supuesto los resultados salieron a partir de un estudio en ambiente de laboratorio con todos los parámetros cuidadosamente controlados y no en situaciones reales, pero aún así es bastante impresionante.
Según Marian Bartlett, experta en visión por computación y aprendizaje automático en la Universidad de California y autora principal del estudio comenta:
“Los procesos de percepción que son muy fáciles para los seres humanos suelen ser difíciles para los ordenadores. Este es uno de los primeros ejemplos donde las máquinas son mejores que las personas en los procesos de percepción”
El método del equipo de Barlett se basa en la idea de que las expresiones auténticas y falsas implican diferentes vías cerebrales: Las expresiones emocionales reales se ejecutan casi reflexivamente por el tronco cerebral y la médula espinal; por su parte las expresiones falsas requieren el pensamiento consciente e involucran regiones motoras de planificación de la corteza cerebral. Como resultado, los movimientos producidos son diferentes y tan sutiles que un sistema de visión por ordenador puede detectarlos incluso cuando un ser humano corriente no podría.
Sistema de Codificación de Acción Facial o FACS
El sistema que usa este grupo de científicos se basa en el FACS, popularizado por el psicólogo Paul Ekman en los años 70 y 80 y que actualmente se usa de forma común por animadores para tratar de imitar las expresiones de sus personajes de manera más realista. Describe prácticamente cualquier expresión facial y la descompone anatomicamente según los diferentes movimientos, mapeando los músculos específicos que hacen falta (arrugar la nariz, endurecer los párpados, fruncir el ceño…).
Lo que ha hecho el equipo de Bartlett es crear un sistema que automatice el FACS y desarrollar algoritmos de aprendizaje automático que puede aprender a reconocer los patrones de los movimientos faciales que corresponden a emociones particulares. Su sistema es el primero que intenta evaluar en que medida se puede distinguir una expresión falsa de una real.
Para saber lo preciso que era el sistema compararon los vídeos de 25 voluntarios sintiendo dolor, o fingiéndolo, y posteriormente mostraron estos vídeos a 170 personas para que intentaran adivinar cual era el dolor verdadero y cual el falso. Estos individuos no lograron adivinarlo mejor que si se hubiera hecho al azar, y tampoco mejoraron con la práctica, alcanzando solo un 55% de precisión. Sin embargo, el sistema por ordenador acertó en un 85% de las ocasiones gracias a su visión por ordenador y al aprendizaje automático.
Parece que esta vez la máquina si ha superado al humano.
Vía | Current Biology.