Sangre joven y proteínas: Las claves para conseguir el Elixir de la Eterna Juventud
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Durante estos días ha aparecido en los medios una noticia procedente de Nature Medicine que bien podría explicar el origen de los vampiros: La sangre joven puede rejuvenecer. Al menos, eso parece suceder en ratones, pero el asunto no se queda aquí. Además de este estudio, han aparecido otros dos diferentes, publicados a la vez pero en otra conocida revista, Science, y es que también existe un tipo de proteína específica que, al inyectarla en ratones viejos, ¡los rejuvenece! Por ello, vamos a explicar como se han conseguido ambos hitos de la ciencia, recordando eso si a nuestra querida señora de 115 años que hace poco nos dio algunas claves para superar el siglo de vida.
Sangre joven para rejuvenecer, ¿es posible?
Según los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, cuyo estudio ha sido publicado recientemente en Nature Medicine, la sangre joven de ratones, inyectánda a ratones viejos, podría hacer que estos últimos restauren sus capacidades mentales. Es decir, consiguieron rejuvenerlos, al menos a nivel de su sistema nervioso central. Si esto pudiera suceder en los seres humanos podríamos afirmar que las típicas leyendas de vampiros tienen alguna base científica. Pero no solo eso, sino que la inyección de sangre joven en pacientes que sufran alguna enfermedad neurodegenerativa, como podría ser el Alzheimer o el Parkinson, cambiaría totalmente las ideas terapéuticas que se utilizan hoy en día.
En primer lugar, los investigadores estudiaron los cambios moleculares, neuroanatómicos y neurofisiológicos entre el cerebro de ratones viejos y ratones jóvenes y compartían la misma sangre. Pero además, posteriormente, compararon el desempeño de los ratones viejos en pruebas de memoria antes y después de que se les inyectara plasma (el líquido libre, sin células, que forma la sangre) de ratones jóvenes, en comparación a los ratones jóvenes y a ratones viejos a los que no se les inyectó plasma.
“Esto podría haberse hecho hace 20 años. No es necesario saber como funciona el cerebro, solo era necesario dar sangre joven a ratones viejos y comprobar si el animal se comportaba de forma más inteligente que antes. Es algo que nadie había hecho aún”
En experimentos previos, publicados en Nature en 2011, ya se había comprobado que la exposición de sangre joven en ratones viejos aumentaba la producción de células nerviosas nuevas. Y, por el contrario, la exposición de sangre vieja en ratones jóvenes reducía esta producción celular. El problema fue que este trabajo no evaluó el impacto de la sangre sobre el comportamiento de los ratones, sino que simplemente se ciñó a la producción de nuevas neuronas, sin más. Esta vez sí se ha demostrado que el comportamiento cambia, y que los ratones aumentan su capacidad mental, mejorando su aprendizaje y memoria.
Como curiosidad, si el plasma de ratones jóvenes se calentaba a altas temperaturas antes de inyectarlo a los ratones viejos, los efectos de mejora de aprendizaje y de memoria no se producían. Esto se debería a que las altas temperaturas alteran las proteínas de este líquido, por lo que se baraja la hipótesis de que determinados tipos de proteínas del plasma sanguíneo en los ratones serían los responsables de este “rejuvenecimiento mental”.
La proteína de la eterna juventud, ¿existe de verdad?
Por otro lado tenemos dos investigaciones similares, pero un poco más específicas. Esta vez hna sido publicadas en Science, también durante estos días, pero en la cuales se afirma que una proteína determinada llamada GDF11 sería capaz de recuperar tanto las células cardíacas de ratones como mejorar sus capacidades intelectuales (de forma similar a como lo consigue la sangre joven en ratones viejos).
A cargo de los investigadores de la Universidad de Harvard, en este estudio se comprobó que al inyectar esta proteína en ratones cuya edad sería equivalente a unos 70 años en humanos, estos recuperaban capacidades pérdidas como el olfato, y las células de sus corazones se regeneraban. Y, curiosamente, esta proteína también la producimos los seres humanos.
Según comenta Doug Melton, codirector del Centro de Terapias con Células Madre y Medicina Regenerativa de Harvard:
“No recuerdo un hallazgo más emocionante. Esto nos da esperanzas para tener un futuro más saludable. Todos nos preguntábamos por qué éramos más fuertes y mentalmente más ágiles cuando eramos jovenes, y estas investigaciones nos han dado la respuesta: Los niveles altos de proteína GDF11 que tenemos los jóvenes. Hay pocas dudas de que, al menos en animales, la GDF11 tiene una increíble capacidad para restaurar las funciones cerebrales y musculares que se pierden con el envejecimiento”
En una de las investigaciones se inyectó directamente la proteína GDF11 en ratones. Sin embargo, el otro estudio fue un poco más complejo, pues unió los sistemas circulatorios de un ratón joven y uno viejo, de manera que la sangre llegara de forma natural del animal con mayor concentración al que tenía menos (por tanto, el que tenía menos concentración de proteínas las obtenía del otro). Pero en ambos casos el resultado fue similar: Los ratones viejos se rejuvenecían gracias a esta proteína.
Como veis, no deja de ser curioso que hasta 3 estudios diferentes, publicados en diferentes revistas, hayan obtenido pruebas de que podemos rejuvenecer realmente. Aunque dos de ellos eran poco específicos (solo usaban sangre joven), uno de ellos puede haber dado con la proteína idónea para conseguir el tan ansiado elixir. Ahora solo basta saber si en humanos sucederá igual que en ratones, y si seremos capaces de controlar nuestra ambición por vivir para siempre.
Vía | Nature, EurekAlert.