La orina NO es estéril, y nunca lo ha sido
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Seguro que alguna que otra vez, tras ir a vuestro médico por sufrir algún síntoma urinario (picor, escozor e incluso dolor), os han pedido que un día determinado llevéis un bote con la primera orina de la mañana. Esto se ha hecho siempre así porque nos han inculcado la idea de que la orina es estéril, es decir, que no lleva ningún microorganismo en su interior y que cualquier bacteria encontrada implica infección. Pero, ¡sorpresa!, una vez más estabamos equivocados porque las técnicas médicas usadas no son suficientemente potentes. Así lo han explicado en la 114ª Reunión General de la Sociedad Americana de Microbiología, en Boston.
El mito de la “orina estéril”
Para llegar a esta afirmación, los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Loyola de Chicago realizaron un estudio donde detectaron claramente la presencia de bacterias en las vejigas urinarias de mujeres sanas, sin infección alguna. No es solo que no tuvieran síntomas, cosa que puede pasar aún con una infección, sino que estaban completamente sanas.
Así lo comenta Linda Brubaker, co-investigadora y decana de la Universidad Loyola de Chigado:
“Los médicos han sido entrenados para creer que la orina está libre de gérmenes. Sin embargo, nuestros resultados desafían esa idea, por lo que esta investigación abre las puertas a nuevas posibilidades y tratamientos para las pacientes”
Además, las bacterias de las mujeres sanas son claramente diferentes de las bacterias de las mujeres con alguna infección, como la vejiga hiperactiva, donde la paciente siente la necesidad repentina de orinar. Según los investigadores es necesario investigar la presencia de este tipo diferente de bacterias, pues su presencia podría determinar los síntomas de las mujeres infectadas con los microorganismos conocidos por su función invasora.
El problema del tratamiento de las infecciones urinarias
Según se comentó en la reunión, hasta un 15% de las mujeres sufren vejiga hiperactiva, pero de todas ellas entre el 40% y 50% no responden a los tratamientos convencionales, por lo que estas bacterias que se han encontrado en mujeres sanas podrían ser la respuesta al problema.
Durante el estudio se evaluó la orina de 90 mujeres con y sin síntomas de vejiga hiperactiva. Las muestras no se recogieron con el típico bote, sino con un catéter, y se analizaron con una técnica de ampliado de urocultivo cualitativo o EQUC, la cual fue capaz de encontrar bacterias que normalmente no se identifican con las técnicas estándar de cultivo de orina normal.
“Si bien los cultivos de orina tradicionales han sido el estándar de oro para identificar trastornos de orina en el pasado, no detectan la mayoría de las bacterias y tienen una utilidad limitada, igual que su resultado. Son técnicas menos completas que el protocolo EQUC usado en este estudio”
Ahora los investigadores planean determinar que bacterias de la vejiga son útiles y cuales podrían ser peligrosas realmente. Además investigarán como interactúan entre ellas y como esta información podría ayudar a las pacientes. Las bacterias pueden estar en un cuerpo sano normalmente, pero hay momentos donde pueden o volverse dañinas por si solas, o interactuar con otras bacterias externas y también volverse peligrosas. Ambos conceptos son los que se quieren investigar, esta vez en la vejiga.
Vía | Science20.
Imagen | TenerSalud.