Hace un par de meses desde Medciencia os hablamos de las peculiares impresoras 3-D y como éstas tienen un futuro bastante viable en la medicina. Hoy os hablaremos de una increíble ( y polémica) aplicación de estas máquinas: la fabricación de órganos.

Desde hace años han cooperado multitud de investigadores médicos para crear tejidos vivos y funcionales, tales como vasos sanguíneos, tubos de orina o incluso tejidos de la piel. Pero la creación de un órgano completo, con todas sus estructuras celulares es algo mas complejo, aunque ” El proceso mecánico no es tan complicado. Lo complicado es la obtención de los materiales, que son de naturaleza biológica” asegura  Mike Titsch, editor en jefe de la Printer World . “No es como la impresión en 3-D con plástico o metal. El plástico no muere si lo dejas al aire libre a temperatura ambiente durante un tiempo prolongado.”

El sistema con el que funciona la bioimpresión es el siguiente: Los científicos obtienen células humanas de biopsias o de células madre, y luego permitir que se multipliquen en una placa de Petri. La mezcla resultante, una especie de tinta biológica, se introduce en una impresora 3-D, que está programada para organizar diferentes tipos de células, junto con otros materiales, en una forma tridimensional precisa. Los médicos esperan que cuando se coloca en el cuerpo, estas células en 3D impresas se integren con los tejidos existentes.

¿Os imagináis en el futuro la inexistencia de las odiosas listas de espera para los trasplantes? Lo cierto es que cada  vez los humanos vivimos mas, y muchas muertes se producen esperando a que llegue un órgano que sea compatible para poder transplantarlo, por lo que la bioimpresión podría poner solución a “una de las principales crisis de la salud” como define Anthony Atala, director del Instituto Wake Forest de Medicina Regenerativa y pionero en la bioimpresión. Aparte de las aplicaciones obvias de este sistema, los beneficios van mas allá. El uso de estas impresoras podrían ser utilizados para las pruebas de droga o vacuna, liberando a los investigadores de los métodos menos precisos, tales como las pruebas con animales o en modelos sintéticos

Organovo es la empresa líder en el sector, desde California ya están desarrollando lo que espera será auténticos modelos de órganos humanos, principalmente  hígados, para  pruebas de drogas.  La empresa ha prometido tener listo su primer modelo de hígado para este año, ¿ cumplirá su promesa ? Todo parece indicar que sí, de hecho, la compañía ha impreso tiras de tejido de hígado humano en sus laboratorios, aunque todavía son muy pequeños: cuatro por cuatro por un milímetro, o cerca de un cuarto del tamaño de una moneda de diez centavos.

Implicaciones éticas

Esta controvertida aplicación tendrá un debate en 2016, donde se discutirán los problemas éticos y morales que conllevan la creación de órganos mediante esta técnica. Ésto es necesario, pues no todo el mundo esta de acuerdo con la creación de órganos con impresoras 3-D. “Estas iniciativas están bienintencionadas, pero plantean una serie de preguntas que siguen sin respuesta” dijó Pete Basiliere en un informe reciente, director de investigación de Gartner Inc., la empresa de investigación y consultoría en tecnología de la información. Otros expertos son mas pesimistas y no creen que vayamos a ver  órganos complejos creados por impresoras  3-D aptos para trasplantes,al menos hasta dentro de una década. En lugar de ello, creen que el siguiente paso va a imprimir tiras de tejido, o parches, que podrían ser utilizados para reparar los hígados y otros órganos dañados.

Aun así, Organovo mantiene la esperanza y espera que su compañía estará listo para comenzar los ensayos clínicos en cinco años, “estamos muy ansiosos de poner trozos de tejido para trabajar para los trasplantes quirúrgicos”, dijo Murphy Organovo, director de la compañía.   Titsch de la empresa 3-D Printer World añadío: “Las cuestiones éticas están obligados a ser las mismas preocupaciones que hemos visto en el pasado. Muchos descubrimientos médicos importantes han sufrido resistencia moral, desde los trasplantes de órganos hasta las células madre”

Lo que sí podemos asegurar es que las impresoras 3-D y la bioimpresión serán objeto de debate y foco de atención desde todas las partes del mundo, y no es para menos. ¿Estamos ante una de las mayores revoluciones del siglo 21? ¿ Estas de acuerdo con el uso de esta tecnología y sus aplicaciones? ¡Comparte tu opinión con nosotros!