Terapia con caja de arena, ¿En qué consiste?
Dentro de la psicología contamos con diferentes corrientes teóricas que poseen cada una sus métodos de intervención. Hoy hablaremos de una bastante peculiar enmarcada dentro de la psicología analítica (profunda o de los complejos). Esta técnica esta poniéndose cada vez más de moda pero pocos conocen realmente en que consiste.
¿Qué es?
La Caja de Arena (o Sandplay) es una terapia que busca curar a las personas conectándolas con su inconsciente. Se utiliza sobretodo en niños pero también con adultos. Dora Kalf fué su creadora, quien baso sus teorías en los principios de la psicología analítica de Carl Jung.
Las teorías de Jung postulaban que la salud dependía de un proceso de individuación que se producía a través de contenidos simbólicos, como los sueños, la imaginación, la somatizacion y el arte expresivo. El emerger a la conciencia de ese contenido simbólico es parte del proceso de curación. La individuación proviene de la integración de opuestos de los que previamente se debe hacer uno cosnciente. El cajón de arena pretende ayudar a la emergencia de estos procesos.
Añadido al trabajo de Jung, Dora Kalf también aplicó conceptos de la psiquiatra Margarita Loweneld. Ella descubrió que los niños utilizaban símbolos con naturalidad para representar sus mundos interiores. Más tarde Loweneld desarrollaría su propio método, el world technique.
Lowenfeld colaboró con Kalf diseñando la bandeja y añadiendo la arena. Así la técnica se denominó Sandplay. Si nunca habéis oído hablar de ella, aquíi encontraréis un vídeo en el que podéis haceros mejor una idea de como funciona.
En esta técnica el paciente elige las figuras y elementos que utilzará para “jugar” con la caja de arena, se procura no guiar demasiado al sujeto y que todo lo que haga sea espontáneo. El terapeuta supervisa pero sin interpretar ni dirigir, solo respondiendo a las interacciones que inicie el sujeto, cualquier interpretación prematura o intervención podría acabar con la espontaneidad del proceso. Se respeta el tiempo y el estilo del paciente, creando un espacio “sagrado”, procurando dar instrucciones solo iniciales y muy abiertas. De esta manera se pueden representar sueños, pensamientos, sentimientos, de manera tridimensional, además la persona luego hablará de lo que ha representado no de si misma de primeras, lo cual evita el bloqueo.
La caja tiene unas medidas de 57x72x7, en la actividad el sujeto puede contar con la caja, arena (seca o mojada), agua, figuras y objetos para representar escenas. La arena se escoge por ser un material en el que se pueden moldear y demoldear figuras sin nunca quedar un trazo torpe, es un material sensible que registra la mínima modificación, es una forma elemental que representa tanto la adaptación como la resistencia. La arena puede ser limpia y pura o turbia y sucia.
En esta técnica se fundamentalmente dos enfoques de trabajo:
- El primero enfatiza la caja como un medio no verbal de expresar imágenes simbólicas y arquetípicas que pueden ocasionarse desde el inconsciente. Este se centra en las figuritas y representaciones.
- El segundo enfoque pretende acceder a un área pre-simbólica de la psique, la cual es similar a la manera holística o “psicosomática” en que experimentamos la vida en la primera infancia. El estado inconsciente se manifiesta de una forma sensorial, como un estado de todo el cuerpo. Aquí se centra en el contacto con la árena del sujeto y en como siente esa interracción, que sensaciones produce el juego y el tacto con la arena.
Existen riesgos con esta técnica como son la inflación (interpretar cosas que no son o magnificar problemas), “pensar en términos mágicos”, que la persona se identifique con esos contenidos inconscientes, que se idealice el método, una mala praxis del mismo, etc…
¿Para qué se utiliza?
No tiene porque utilizarse para trastornos mentales como tal sino que puede utilizarse para adentrarnos en las dificultades de la persona, pero por lo general es una técnica que se utiliza para trabajar y traer al consciente traumas infantiles, en la actualidad además se está utilizando para abordar trastornos para los que antes no se contemplaba, por ejemplo la anorexia, las conductas adictivas e incluso psicosis (que en principiuo quedaba descartada de métodos como estos). Con esta técnica las disociaciones de la personalidad tienen la oportunidad de ser integradas.
El sandplay ayuda a explorar fortalezas y encontrar resiliencia.
Al ser un método que provoca pocas resistencias es fácil de aplicar.
¿Funciona?
Bueno, e ahí el dilema, funcionar funciona, pero en casos concretos, con personas concretas y hay pocos estudios que puedan demostrarlo cumpliendo los requisitos que hoy en día se exigen para incluirla como técnica recomendada y eficaz en los manuales como el DSM o la CIE. Más que nada por las connotaciones de subjetividad, las dificultades de cuantificar y medir de manera que se pueda crear una evaluación estandarizada. Estas son dificultades presentes en todas las técnicas subjetivas y proyectivas, la misma caja de arena puede ser entendida de diferente manera por diferentes terapeutas, de ahí que se insista en la formación de los terapeutas que la apliquen. Es muy difícil medir o “cuantificar” las respuestas del sujeto, compararlas con las de otros.
Imagen: Wikipedia.
Fuente: Adepac, Wikipedia, Sandplay.org, Juningla, UCSD.