Trastorno facticio: Cuando uno desea estar enfermo por el simple hecho de estarlo
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Este término es muy poco conocido, muy difícilmente diagnosticado y ampliamente confundido con otros problemas psicológicos, pero lo cierto es que es frecuentemente visto en hospitales y centros de salud.
¿Qué es?
Es una enfermedad mental en la que la persona se inventa una enfermedad o una lesión pero no por deseo de obtener algún beneficio sino por el deseo de estar en el papel de enfermo, el deseo es interno (de recibir la atención del clínico y beneficiarse del rol de enfermo). Representa entre el 3 y el 6 % de los ingresos hospitalarios. Se asocia con un grado importante de psicopatología, lo implica por sí mismo.
La conducta es voluntaria pero no controlable, la motivación suele ser inconsciente.
No es incompatible con un síntoma o enfermedad real, lo que hace aún más difícil su diagnóstico.
Por lo general suelen presentar síntomas como antecedentes médicos extensos, síntomas poco específicos y que no pueden controlarse, enfermedades que vuelven cuando ya estaban controladas, son personas con mucho conocimiento médico y del funcionamiento de los hospitales, pueden presentar múltiples cicatrices quirúrgicas, nuevos síntomas que aparecen a posterior de análisis mádicos sin resultados, antecedentes médicos extensos de diversos centros y hospitales, suelen bloquear el contacto entre médicos anteriores y presentes, o el contacto con familiares para obtener más información. Los síntomas aparecen solo cuando el paciente no está siendo observado (no le pueden ver provocárselos), demandan que se les realicen pruebas y análisis médicos aunque luego presentan ansiedad por los mismos, los síntomas son artificiales o hay signos de que pudieran ser autoinfligidos.
Otros problemas psicológicos están frecuentemente asociados a este trastorno: mala adaptación, necesidad de dependencia, nivel intelectual bajo, poca tolerancia a la frustración, confusión sobre la identidad sexual, narcisismo…
Suelen presentar mentiras patológicas (llegando a una pseudología fantástica).
Suele ser incompatible con mantener un trabajo estable o unas relaciones familiares y sociales sanas.
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DSM-IV-TR:
A– Fingimiento o producción intencionada de signos o síntomas físicos o psicológicos.
B- El sujeto busca asumir el papel de enfermo.
C- Hay una ausencia de incentivos externos para el comportamiento (ganancia económica,evitar responsabilidad legal, etc…)
El DSM especifica tres subtipos:
- Con predominio de signos y síntomas psicológicos. Este subtipo suele ser altamente sugestionable a mención de síntomas durante la evaluación que luego emiten. Presentan respuestas aproximadas y pueden tomar drogas (por ejemplo psicodélicas) para producir los síntomas psicológicos.
- Con predominio de signos y síntomas físicos. Pueden recurrir a medicamentos o sustancias para producirse los síntomas u otros medios de auto agresión.
- Con signos y síntomas psicológicos y físicos. Es una mezcla de los dos anteriores en que no predomina ningún síntoma.
- Trastorno facticio no especificado (o por poderes): Lo que popularmente se conoce por Munchausen por poderes. El papel de enfermo se vive vicariamente a través de otra persona.
Es muy difícil de diagnosticar pues la persona que los simula se hace muy hábil en ello y además se requiere descartar cualquier otra causa médica para poder contemplar un síntoma como causa de una simulación, y esta tarea es ardua y complicada. Cuando el médico descarta una enfermedad física pero los síntomas se mantienen puede derivar a un psicólogo que deberá descartar otros problemas de salud mental (como una hipocondría por ejemplo). Pero lo más frecuente es que en estos casos la persona se vuelva hostil y no colabore.
¿Por qué ocurre?
Se desconocen las causas pero se presupone una interacción de factores psicológicos y biológicos. Hay gente que afirma que pueden ser más frecuentes estas conductas en sujetos con antecedentes de abusos o enfermedades en la infancia o sujetos que han llegado a identificarse con alguien enfermo.
Aunque no se conocen las causas si se contemplan algunos factores de riesgo para desarrollarlo:
- Tener un trastorno de personalidad (por ejemplo límite o antisocial, aunque por lo general siendo una mezcla tipo trastorno de personalidad no especificado)).
- Haber estado hospitalizado o institucionalizado.
- Problemas de salud graves en la infancia.
- Problemas o deficiencias en la construcción de la identidad.
- Bajas capacidades para afrontar una enfermedad.
- Trabajar en el ámbito sanitario.
- Ser un joven o adulto de mediana edad.
¿Con qué otras enfermedades debemos diferenciarlo?
- Simulación: Es lo mismo que el trastorno facticio, solo que en este caso la persona provoca los síntomas por una ganancia externa (no realizar el servicio militar, no ir al colegio, obtener una compensación económica). La persona finge tener un síntoma intencionadamente para obtener algo positivo a cambio. No indica psicopatología por si misma.
- Trastorno morfo: Aquí la persona no simula nada porque realmente cree tener los síntomas, no hay lesión orgánica real, sino que los síntomas psicológicos desencadenan los síntomas físicos. Pero la persona no es consciente de esto ni obtiene nada a cambio de los síntomas, en general los síntomas le producen malestar.
- Hipocondría: Temen que un síntoma físico, menor, real o imaginario sea indicativo de una enfermedad. Temen la enfermedad y no la desean. Tampoco fingen, pues creen que sus interpretaciones son reales y estas les producen malestar y ninguna ganancia. Por ejemplo pensar que por tener un dolor en un brazo pueden estar sufriendo un infarto.
¿Qué tratamiento hay?
El tratamiento es puramente psicológico, se recomienda terapia, por ejemplo de corte conductual. Aunque es muy probable que la persona se resista a recibir ayuda, en ocasiones le puede compensar recibir esa atención por otra parte que no sea por la de estar enfermo.
Fuente:NYULangone Medical Center, Medynet, Psicomed, Psiquiatria.com, Servicio Navarro de Salud, Powerpoint.
Imagen: Flickr.