El mercado de los dispositivos wearables (aquellos que llevamos encima como relojes o pulseras) ha abierto una gran cantidad de posibilidades para el usuario, aunque también ha traído consigo muchas “curiosidades”. Como por ejemplo, la silla que podemos llevar siempre encima para sentarnos cuando queramos. Este proyecto nacido de Noone, una startup suiza, pretende que vayamos por la calle con este dispositivo unido a nuestras piernas; en realidad se trata de un mecanismo bastante inteligente.

Otro tipo de wearable

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Un cinturón asegura el dispositivo a nuestra cadera y unas correas lo unen a nuestros muslos.  Los amortiguadores se encargan de aliviar la carga y distribuirla, alejándola de las partes que mas sufren después de estar mucho tiempo de pie, de tal manera que realmente parezca que estamos “sentados en el aire”. Curiosamente, todo nuestro peso no pasa directamente al suelo, sino que el dispositivo conecta con los tacones de los zapatos diseñados específicamente para el dispositivo, aunque ya existe una versión que se puede acoplar a nuestros zapatos. El funcionamiento es simple, solo tenemos que ponernos en la postura deseada y pulsar un botón para que el dispositivo nos soporte; con la batería de 6V integrada es capaz de durar 24 horas.

De esta manera podemos “sentarnos en el aire”, en una postura especialmente pensada para quitar carga a nuestras piernas y la parte baja de la espalda; además mantiene nuestra espalda recta y evita malas posturas. Donde realmente este dispositivo tendrá éxito es en las líneas de producción, en las que los trabajadores pueden tirarse horas y horas de pie machacando sus músculos. Esta “silla” les permite descansar periódicamente en el mismo lugar sin necesidad de abandonar el puesto, aunque no es recomendable para largas sesiones de descanso. Por eso fabricantes como BMW y Audi tienen planeado empezar pruebas con este dispositivo en sus líneas de producción en los próximos meses.

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Sin embargo, según sus creadores también puede tener utilidad en nuestra vida diaria gracias a su reducido peso de 2 kg conseguido con una combinación de aluminio y fibra de carbono. Por ejemplo, nos lo podríamos llevar si sabemos que el tren que vamos a coger siempre va muy lleno y nunca hay asientos libres; y también puede ser útil en otros trabajos donde la presencia de una silla es molesta, como en operaciones para aliviar a los cirujanos en operaciones largas.

Fuente | CNN