Confirmado: La resaca depende de nuestra genética

Te levantas un domingo con un dolor de cabeza inaguantable, te notas la garganta seca y la luz matinal no es bienvenida. Sin embargo, a tu compañero de fiestas no parece haberle afectado igual que a ti ¿De qué dependerá que nos afecte a unos más que a otros?

Un nuevo estudio en Australia señala que la razón de que nos afecte de distinta forma reside en nuestros genes. Los investigadores buscaron la existencia de una relación entre los genes de los participantes del estudio y las resacas que habían experimentado en el año pasado.

Los genes suponen el 40% de la resaca en hombres y 45% en mujeres

Casi en el 50% de los casos la resaca se debe a factores genéticos, por lo que presentar o no resaca no dependerá de la cantidad que hayas bebido. En la otra mitad se encontrará el comer rápido, el haber comido previamente o nuestra tolerancia al alcohol.

Pero el estudio no se queda ahí; los investigadores han encontrado una relación entre el riesgo a padecer resaca y la dependencia al alcohol, encontrando en las estadísticas una mayor proporción de alcohólicos con mayor riesgo de padecer resaca. Como nos comenta Wendy Slutske, profesor de psicología de la Universidad de Missouri, Colombia:

Hemos demostrado que la susceptibilidad a la resaca tiene una raíz genética, que puede ser la clave para la genética del alcoholismo.

Las personas que consumen frecuentemente alcohol conocen mejor la reacción de su cuerpo al mismo

No es una coincidencia que cese nuestro interés por el alcohol después de haber consumido un número determinado de copas. Nuestro cuerpo conoce cual es nuestro límite de toxicidad que procede del consumo de alcohol, por ello, nos envia diferentes alarmas como la fatiga o el mareo. El acto de consumir alcohol en grupo no parece gustarle a nuestro organismo, pues tendemos a ajustar nuestro consumo de alcohol al de nuestros compañeros, intentando ignorar las advertencias de nuestro cuerpo.

El conocimiento de la relación existente entre genes y alcohol nos facilitará el tratamiento de personas adictas al alcohol, y nos permitirá entender con más profundidad la resaca y sus efectos.

Fuente | livescience