El aburrimiento, una fuente inagotable de creatividad
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Hace un tiempo en el blog hablamos de que los momentos “eureka” se producen cuando estamos distraídos. En resumen, la conclusión final era que nuestro cerebro trabaja mejor cuando dejamos la mente en blanco en lugar de cuando nos concentramos en una tarea. Paradójico, pero parece ser que es cierto.
Este año se han publicado un par de artículos científicos que han analizado otro aspecto de nuestro cerebro y han concluido que el aburrimiento puede ser otro método para potenciar nuestra creatividad.
El aburrimiento puede ser la antesala de la creatividad
En el primero de ellos, las investigadoras Sandi Mann y Rebekah Cadman realizaron un experimento en el que dividieron a los participantes en dos grupos. El primer grupo tenía que realizar la tediosa tarea de copiar los números de una guía de teléfonos, y el segundo grupo, que era el grupo control, se saltó esta actividad.
Después, llevaron a cabo una prueba para evaluar el pensamiento divergente: tenían que imaginar los máximos usos posibles de un par de tazas de plástico. Como ya os podéis imaginar, los participantes que realizaron la aburrida tarea de la guía de teléfonos puntuaron mejor en esta prueba.
Para asegurarse de los resultados que obtuvieron, hicieron otro experimento más para llevar el aburrimiento al límite. Crearon de nuevo dos grupos con las mismas funciones que las que tenían los dos anteriores, pero con la salvedad de que añadieron un tercer grupo. ¿Qué tenía que hacer este último grupo? La tarea más aburrida posible: leer la guía de teléfonos.
Cuando evaluaron otra vez a los participantes, fue este último grupo el que obtuvo la mayor puntuación en la prueba. Parece ser que cuando nos sumergimos en actividades pasivas, en las que el aburrimiento está presente, somos más creativos.
En el otro estudio, Karen Gasper y Brianna Middlewood encontraron algo similar con otro experimento diferente. En este caso, los participantes vieron un vídeoclip que estaba predeterminado para provocar una serie de emociones. Había vídeoclips que relajaban, otros que aburrían, etc. Cada participante vio un vídeoclip de una temática aleatoria, y al final fueron evaluados con una prueba en la que tenían que asociar palabras.
Con ello medían el pensamiento convergente, un elemento que también esta presente en la creatividad. Nuevamente, los participantes que vieron un vídeo aburrido tuvieron más puntuación en el test y demostraron una vez más que el aburrimiento, de una manera o de otra, interviene en el proceso creativo de nuestro cerebro.
El cerebro sigue siendo un gran desconocido, y prueba de ello son los resultados tan paradójicos que se extraen de los estudios científicos que evalúan las diversas capacidades que posee nuestro cerebro. Hemos descubierto que el cerebro está más activo cuando no pensamos en nada, y ahora que somos más creativos cuando nos aborda el aburrimiento.
Tal vez no sea mala idea realizar una tarea pesada con el objetivo de mejorar nuestra creatividad y, por tanto, nuestro rendimiento en las actividades diarias.
Fuente: Harvard Business Review