Todavía queda un año para el lanzamiento del Oculus Rift, y por eso pese a que ya hay versiones preliminares en manos de desarrolladores es muy posible que el producto final difiera bastante de lo que hemos visto; al fin y al cabo sigue siendo un producto sin terminar, evolucionando constantemente. Una prueba de ello es la nueva versión que se acaba de presentar, llamada Crescent Bay, que no solo trae mejoras respecto al anterior prototipo, sino que también incluye novedades que hasta ahora Oculus no había tocado, principalmente el sonido.

El sonido, el gran protagonista

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Y es que Crescent Bay es el primer modelo del Rift que cuenta con auriculares propios y sonido integrado de alta fidelidad. A la hora de ofrecer una experiencia que nos atrape no basta con el apartado visual, sino que el sonido influye mucho, así que tarde o temprano desde Oculus tenían que ofrecer alguna alternativa propia para gestionarlo en vez de obligar al usuario a hacerse con un par de auriculares independientes. Junto con esta introducción el equipo ha desarrollado nuevas demostraciones que hacen uso del sonido y en particular de “la presencia”, esa sensación de que hay algo a nuestro alrededor sin que lo veamos directamente. Para ello han obtenido ayuda de la tecnología RealSpace 3D desarrollada por la Universidad de Maryland. Sin embargo, seguiremos teniendo la posibilidad de usar nuestro propio sistema de sonido.

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Otras novedades importantes son el seguimiento de los movimientos de nuestra cabeza en 360º que evitará que el software “nos pierda”, mejoras en la pantalla, en el peso y en las dimensiones. No hay noticias de un posible lanzamiento de este modelo Crescent Bay para desarrolladores.

Fuente | Oculus