¿Realmente el consumo de refrescos es perjudicial para la salud?

Este es un tema que ha generado mucho debate en los últimos años. En esta entrada pretendemos recopilar varios artículos que se han escrito sobre el tema para dejar este asunto más claro.

En una entrada muy reciente de Medciencia explicamos que un estudio llevado a cabo por la Universidad de Córdoba y que se ha publicado en Toxicology Letters demostró que la Coca-Cola posee propiedades médicas al poseer efectos antioxidantes. Tanto la forma con cafeína como la forma descafeínada de la cola demostraron estos efectos saludables.

Por otro lado, y como bien recordábamos al final de esa entrada, los refrescos ricos en cafeína y en azúcar son perjudiciales para la salud si los tomamos de manera continua en nuestra dieta. En este otro artículo explicábamos minuto a minuto el impacto que tiene el consumo de estos refrescos en nuestra salud.

Los refrescos azucarados envejecen nuestro sistema inmune

Además, a lo que se ha comentado en los párrafos anteriores hay que sumarle un reciente estudio realizado por la Universidad de California-San Francisco que ha analizado la longitud de los telómeros (la parte final de los cromosomas que tienen como objetivo proteger nuestro ADN y que se acortan en longitud conforme envejecemos) en las células inmunes de personas que bebían una gran cantidad de refrescos azucarados.

Este estudio contó con la participación de 5.309 personas, de entre 20 y 65 años de edad, que no presentaban antecedentes de enfermedad cardiovascular o diabetes. En promedio, bebían 350 mililitros de refrescos azucarados diarios, con el 21% de los participantes que consumían más de medio litro diario.

Los investigadores hallaron que el consumo de refrescos azucarados estaba asociado a una menor longitud de los telómeros. Según sus cálculos, el consumo de 580 mililitros diarios de refrescos azucarados aumentó la edad biológica de las células inmunes de los participantes en 4’6 años, teniendo en cuenta cómo la edad cronológica influye en el acortamiento de los telómeros.

“El consumo regular de bebidas gaseosas azucaradas podría influir en el desarrollo de enfermedades. No sólo por el esfuerzo de nuestro cuerpo para controlar los niveles de azúcares, sino también por la aceleración del envejecimiento celular de los tejidos”, explica la principal autora del estudio, Elissa Epel.

Conclusiones

Como ocurre en la mayor parte de las veces, el límite entre lo saludable y lo tóxico se encuentra en la cantidad que consumimos del producto. Es cierto que cada vez se conocen mejor las propiedades antioxidantes de refrescos como la Coca-Cola, pero hay que tener muy en cuenta sus efectos perjudiciales cuando abusamos de este tipo de bebidas.

Tanto la cafeína como el alto contenido en azúcar que presentan estos refrescos, suponen un riesgo para nuestra salud cuando los incluimos de manera regular en nuestra dieta.

Fuente: AJPH