¿Qué ocurre en tu cerebro cuando no duermes?
1. Pérdida de memoria:
El hipocampo (en el lóbulo temporal) se encarga de codificar la nueva información que entra en el cerebro. Este tipo de activación es repetido mientras dormimos para ayudar a grabarla en la memoria. La pérdida de sueño afecta a este proceso alterando el almacenamiento de recuerdos a largo plazo.
2. Falsas memorias:
Un cerebro privado de sueño falla en la codificación de información nueva, esto se debe a los fallos en el hipocampo que ya hemos mencionado pero también a alteración en el funcionamiento del lóbulo parietal y el córtex prefrontal. Se incorpora más información errónea a las memorias después de una noche sin dormir.
3. Agresividad:
Se especula que la privación de sueño puede interrumpir la comunicación entre áreas cerebrales. La actividad entre la amígdala (procesa las emociones) y el córtex prefrontal medial (las regula) se ve alterada (interrumpida) y esto hace que las emociones surgidas en la amígdala queden sin filtro que las controle. Cuando no dormimos tendemos a fijarnos más en las cosas negativas, malinterpretamos las expresiones faciales de los demás y nos metemos más en peleas.
4. Encogimiento cerebral:
Hay una asociación entre la privación del sueño y la disminución del volumen en áreas como el lóbulo frontal, parietal o temporal. Hay una asociación pero no está claro como esta es, cual es el que causa el otro.
5. Balbuceo o arrastre de palabras:
Cuando el cerebro está agotado, el lóbulo temporal encargado del procesamiento del lenguaje deja de funcionar correctamente y eso produce alteraciones en el discurso.
6. Ingenio alterado:
La privación del sueño afecta al procesamiento cognitivo, por ejemplo al pensamiento divergente (el que nos ayuda, por ejemplo, a cambiar de tema durante una conversación). La actividad en el giro frontal inferior aumenta cuando los sujetos privados de sueño intentan enumerar usos para una lista de objetos, esto sugiere que el cerebro se basa en el pensamiento divergente (o lo intenta) para compensar el deterioro cognitivo.
7. Atracones:
El sueño disminuye la actividad del lóbulo frontal, el cual se encarga del control en la toma de decisiones. Esto se correlaciona con la actividad aumentada de la amígdala. Estos dos procesos resultan en un aumento de los deseos y un nublamiento del juicio. Este estado hace mucho más fácil sucumbir y sentir deseos por la comida y los atracones. Cuando no dormimos deseamos comer más y peor. Además la privación del sueño se asocia con un menor gasto calórico y una menor actividad física, en combinación, pueden sentarle bastante mal al “tipito”. Si quieres cuerpo escultural, no descuides tu sueño.
8. Alucinaciones:
Un cerebro descansado realiza un arduo trabajo de filtraje de estímulos irrelevantes (ruidos, olores, luces…), separar lo que importa de lo que no permite evitar una sobrecarga sensorial. Si el cerebro no rinde igual, el filtraje no se da de forma correcta y se produce un caos sensorial. Se ha encontrado que tras no dormir los sujetos pueden anticipar cosas que aún no están presentes, incluyendo objetos.
9. La mente en las nubes:
La actividad cerebral asociada a los errores atencionales cambia cuando hay privación del sueño. Si bien es verdad que podemos tener problemas atencionales por dormir demasiado (cuando nos aburrimos desconectamos), en este caso se debe a alteración de la función del tálamo y a conexiones frontales y parietales menos activas. Pero cuando los problemas atencionales son por no dormir además de estos procesos se añade un procesamiento visual alterado.
10. Tomar decisiones peligrosas:
La actividad del córtex prefrontal central (concretamente la zona encargada del refuerzo) se muestra especialmente activa cuando los sujetos tienen que tomar decisiones (por ejemplo económicas) estando privados de sueño, esto quiere decir que tienden a pensar que van a ganar o a ser más optimistas. Esto les lleva a tomar decisiones más arriesgadas. Además la actividad de la ínsula anterior (encargada del castigo y la aversión) se muestra menos activa cuando el plan fracasa o las consecuencias son negativas. Este sesgo altera claramente la capacidad de toma de decisiones ya que los sujetos están menos preocupados por las pérdidas cuando no han dormido.
11. Daños cerebrales:
La falta de sueño puede matar células del tronco cerebral. Se cree que este daño es irreparable.
Otros efectos:
A parte de estos, menos conocidos, la privación del sueño se asocia con dolores musculares, migrañas, síntomas depresivos, mareos, temblores, debilidad, ansiedad, aumento del colesterol, hipertensión, diabetes, nauseas, aumento de los tiempos de reacción, enlentecimiento general, alteraciones metabólicas y hormonales, en niños puede afectar al crecimiento, etc…
Si quieres que tu salud se mantenga debes dejar que el cuerpo descanse, siempre, un mínimo de 6 horas. Los márgenes de tiempo varían en cada sujeto pero orientativamente podemos decir que 8 horas serían lo ideal.
Fuente: Ritholtz, Wikipedia, Cesar Salazar.
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