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¿De dónde viene realmente el agua de nuestro planeta?

El agua sigue siendo uno de los grandes misterios del planeta Tierra. ¿Realmente proviene de los cometas?

11 diciembre, 2014 16:42

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¿De dónde viene el agua que caracteriza a nuestro planeta? Se cree que la Tierra ya tenía agua en su formación, pero que esta se perdió en el espacio por las extremas condiciones, así que la que disfrutamos ahora tiene que haber llegado de algún sitio. Una de las teorías mas populares para los científicos en las últimas décadas era que provenía de impactos de cometas, astros de hielo y roca que chocaron contra la Tierra en los primeros millones de años de su formación. Sin embargo ahora los análisis provenientes de la sonda Rosetta sobre el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko nos revelan que la realidad podría ser bien distinta, aunque no sería la primera vez que la teoría sufre un golpe semejante.

Agua misteriosa

philae-cometa

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Aunque Rosetta se ha hecho famosa en las últimas semanas gracias al módulo de aterrizaje Philae que consiguió llegar a la superficie del cometa, en realidad esa no era su única misión. Durante meses ha orbitado 67P/Churyumov-Gerasimenko, obteniendo datos sobre su composición. La conclusión a la que se ha llegado es importante: el agua presente en el cometa es diferente a la de la Tierra. En particular, contiene mas deuterio (un isótopo del hidrógeno), con una densidad tres veces superior comparada con la de nuestro planeta.

Sin embargo, la teoría está lejos de ser descartada. En 1986 el análisis del cometa Halley reveló un hallazgo similar, pero en 1989 se descubrió que el cometa Hartley 2 contenía agua idéntica a la de la Tierra. Ni siquiera podemos fiarnos de la procedencia del cometa, ya que 67P/Churyumov-Gerasimenko proviene del Cinturón de Kuiper, al igual que Hartley 2. Por lo tanto, es perfectamente posible que el agua que nos rodea provenga de un tipo de cometa en particular, aunque ahora cobra mas fuerza la teoría de que la Tierra nunca perdió el agua original que tenía, que quedó congelada en los polos y en la corteza terrestre.

Fuente | Phys.org