¿Qué relación hay entre el cáncer de próstata y el cáncer de mama?
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A día de hoy, el cáncer de próstata sigue siendo una de las principales causas de muerte en el mundo. El cáncer de próstata es el segundo más frecuente entre los hombres y la tercera de causa de muerte por cáncer en el sexo masculino, tras el cáncer de pulmón y el colorrectal. Afortunadamente, la supervivencia ha mejorado en los últimos años gracias, sobre todo, a una detección precoz del mismo.
Sin embargo, ciertos tipos de cáncer de próstata muestran una agresividad mayor de lo normal ya que las terapias que habitualmente se usan no funcionan en estos casos. ¿Por qué sucede esto? Los científicos desconocían la respuesta a esta pregunta hasta que por fin han topado con una pista fundamental.
Las hormonas femeninas también actúan en el cáncer de próstata
Un equipo de investigadores del Weill Cornell Medical College ha descubierto que algunos tumores de próstata crecen por una ruta diferente, muy similar a lo que ocurre en el cáncer de mama. En condiciones normales, las hormonas sexuales masculinas, los andrógenos, están detrás del crecimiento del cáncer de próstata, de ahí que un método bastante efectivo para combatir este cáncer sea la supresión de estas hormonas en el varón.
Obviamente, como consecuencia de la supresión de los andrógenos, pueden aparecer una serie de efectos secundarios como la pérdida de la líbido o impotencia sexual, aunque suelen ser infrecuentes, reversibles y, en general, de poca importancia.
No obstante, estos investigadores han descubierto que el cáncer de próstata puede crecer debido a las hormonas sexuales femeninas, a los estrógenos (al igual que sucede en el cáncer de mama), que estimulan una vía de señalización parecida a la que ocurre con los andrógenos. Por ello, en este tipo de cáncer la supresión de andrógenos no es capaz de parar el crecimiento del tumor.
“Los hombres utilizan ambas hormonas (andrógenos y estrógenos) y sus niveles están equilibrados de manera fisiológica hasta la mediana edad; pero a medida que los hombres envejecen, los niveles de andrógenos disminuyen y los de estrógenos se elevan. Queríamos ver qué papel jugaba el receptor de estrógenos en el cáncer de próstata”, explica el principal autor del estudio, el doctor Dimple Chakravarty.
El equipo descubrió además la molécula responsable de desencadenar esta vía alternativa: NEAT1. Esta molécula puede ser detectada en orina, por lo que se podría usar como un marcador para predecir la malignidad del cáncer de próstata del paciente, un dato fundamental para conocer con anticipación si se trata de un tumor agresivo, y en caso de que así sea, llevar a cabo una terapia más agresiva con el objetivo de acabar con el cáncer.
“El hecho de que NEAT1 esté presente en la orina puede ayudar a distinguir a los hombres que podrían necesitar un tratamiento más agresivo de los que tienen un cáncer de crecimiento lento e indolente”, comenta el doctor Chakravarty.
Asimismo, y según postula Chakravarty, es posible que en un futuro podamos inhibir la molécula NEAT1 impidiendo que ésta realice su función en el tumor. En definitiva, este nuevo hallazgo abre un abanico de posibilidades para nada desdeñable que permite un nuevo enfoque del cáncer de próstata agresivo.
Fuente: ScienceBlog