¿A qué edad somos realmente adultos?
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El paso crucial entre la adolescencia y el mundo de los adultos parece haberse difuminado poco a poco en la actualidad. Hace un par de siglos no vivíamos hasta los 80 años de media como sucede en algunos países hoy en día, por lo que el paso a la edad adulta era, a veces, incluso más precoz de lo que cabía esperar. La teoría dice que los 18 años son el limite entre esa adolescencia o juventud y el paso al mundo adulto, y por ello se pone como “mayoría de edad” para realizar ciertas acciones como poder comprar alcohol o conducir un vehículo (al menos en España, si hablásemos de Estados Unidos, las cosas varían muchísimo). Pero nuestra sociedad ha ido cambiando, y no es descabellado conocer gente que con más de 25 o 30 años siguen habitando los hogares de sus padres sin plan de vida alguno. Y no son rarezas, pues es algo casi común hoy en día, algo que parece estar ampliando la edad limite para llegar a ese mundo adulto.
La verdadera edad adulta, ¿a partir de los 25 años?
En su día ya os comentamos que nuestro cerebro es capaz de seguir creciendo, evolucionando y reconectando hasta al menos los 24 años de edad. A partir de aquí, sí es posible aprender y crear conexiones o sinapsis nuevas entre neuronas, pero el cerebro no crecerá más (al menos según nuestros conocimientos actuales), tan solo se reconectará según su plasticidad y necesidad.
Pero la entrada psicológica en el mundo adulto es otra historia. Por lo visto, y según comenta la psiquiatra y profesora Beatriz Luna, de la Universidad de Pittsburgh, la edad adulta real en el mundo occidental no empezaría hasta los 25 años, a causa de la falta de responsabilidades actuales como el matrimonio, la paternidad o el hecho de obtener una carrera o trabajo, cosas que cada vez retrasamos más en nuestra vida (con sus excepciones, claro).
“Supongo que el paso a la edad adulta viene determinado por las exigencias ambientales, lo que significa que hay una gran cantidad de responsabilidades que debes asumir, y esto mandaría una serie de señales al cerebro para obtener la estabilidad y fiabilidad adecuada en cuanto a las responsabilidades se refiere”
Como habréis notado, la tendencia actual es que muchos adultos jóvenes (de entre 18 y 25 años) tienen comportamientos irresponsables, porque sus cerebros aún no se han acabado de desarrollar ni han recibido los estímulos externos necesarios para llevar a cabo ese paso a la vida adulta. Además, como también comenta la profesora Luna, aunque nuestro cerebro sea capaz de actuar de forma adulta, las señales externas pueden incluso anular este comportamiento responsable si no son adecuadas.
“A menudo los padres creen que sus hijos adolescentes se comportan así para molestarles, pero no es así como funciona el cerebro. No es que tu hijo intente hacer que tu vida sea miserable, sino que hay razones biológicas detrás, y sucede en todas las especies. A esa edad, el cerebro está empezando a buscar riesgos, descubriendo nuevas libertades. Los adolescentes van a hacer lo que quieran hacer, porque sus cerebros les están diciendo que salgan y sean independientes, sin hacer caso a sus padres. No van a escuchar, aunque sus padres les digan que esos comportamientos son dañinos”
Como veis, no es el simple hecho de “madurar” por la edad, o por la experiencia… son ambas cosas. Tu cerebro puede estar preparado, pero si no has recibido los estímulos externos adecuados, el paso a la edad adulta ya no se situa en la edad que debería. Y esto no es puntual, hoy en día es totalmente normal ver que los 18 años han dejado de ser ese limite que deja atrás la adolescencia.
Vía | The Telegraph.