El futuro de los muebles que no necesitan trabajo están más cerca gracias a las investigaciones de un equipo de científicos del MIT de una silla que se monta sola.

Seguro que más de una vez lo has pasado mal intentando montar un mueble. Que si sobra un tornillo y nadie sabe dónde va, que si las instrucciones están en sueco, que si se cae con sólo mirarlo… Lo ideal sería que, como en una película de fantasía, se montasen solos en cuanto abriésemos la caja. Científicos del MIT llevan un tiempo investigando cómo conseguir que las piezas encajen por si solas, aunque los muebles son solo una de las aplicaciones posibles.

En el último ejemplo que han compartido con el mundo, han demostrado su idea con una silla que se monta sola en un tanque de agua. Aunque hay algunos momentos en los que parece que no será posible, tarde o temprano las piezas se encuentran y se unen. ¿Magia? No, imanes (aunque para cierta gente sea lo mismo).

Esta silla que se monta sola es el invento que esperábamos

Cada uno de los seis componentes de la silla lleva imanes que tienen un único punto de conexión posible con otro imán. Por lo tanto si las ponemos juntas en un medio cerrado como el tanque de agua los imanes tenderán a repelerse y a atraerse hasta que encajen como si fuera un puzle. Lo malo de este sistema es el tiempo necesario para que todo esto ocurra. El timelapse que vemos en el vídeo equivale a siete horas.

No solo eso sino que esa silla no es demasiado grande, de apenas 15 x 15 cm, por lo que necesitaríamos un tanque mucho más grande e imanes más potentes para ensamblar una a tamaño real, y para eso aún tiene que continuar el desarrollo. Sin embargo el mismo concepto puede ser la solución para muchas otras situaciones, como materiales que cambien de forma dependiendo de la situación.