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Consiguen convertir células cancerosas en células sanas

19 marzo, 2015 18:54

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¿Sabías que muchos de los hallazgos científicos son cosa de serendipia? Por si nunca habías oído esta la palabra, “serendipia” implica un descubrimiento hecho por casualidad, es decir, científicos que intentaban estudiar o descubrir algo y, de repente, descubrieron otra cosa que no tenía nada que ver, pero que incluso llegó a ser revolucionaría (como le sucedió a Alexander Flemming con la Penicilina). Esto ha vuelto a pasar, esta vez con un estudio sobre el cáncer, donde el objetivo era evitar que las células cancerosas murieran durante los experimentos. Pero, en lugar de esto, lo que han conseguido es encontrar un método para convertir células cancerosas en células sanas, y no solo eso, sino que dichas células sanas son células del sistema inmune funcionales.

De células cancerosas a células del sistema inmune

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Así lo afirma un nuevo estudio a cargo de la Universidad de Stanford y publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, en el cual se describe un proceso mediante el cual es posible convertir células cancerosas leucémicas en células inmunes, obligándolas a madurar, y consiguiendo de manera bastante irónica que estas células malignas se conviertan en células capaces de ayudar al cuerpo a luchar contra ese mismo cáncer. Es algo así como reclutar al enemigo para que luche junto a ti.

El tipo de leucemia de estudio fue la leucemia linfocítica aguda (LLA), un tipo de cáncer sanguíneo de rápida evolución donde hay muchas células malignas en forma de células inmaduras, que pueden diferenciarse en células blancas (glóbulos blancos) o linfocitos. Durante su primer estudio, los científicos estaban estudiando el tipo más común de LLA o de células B precursoras (B-LLA). En este tipo en especial se origina una célula B precursora inmadura que se queda atascada y no llega a la maduración total. Se replica, siendo inmadura e incapaz de llegar a un linfocito B funcional, y así sigue el proceso.

El tipo B-LLA de leucemia es particularmente agresivo y de mal pronóstico, por lo que los científicos de Stanford buscaban aprender cómo se desarrollaba para poder detenerlo, y esto implicaba mantener las células inmaduras vivas en laboratorio, cosa bastante complicada. Tras usar un factor de transcripción, observaron que las células empezaban a cambiar de forma y tamaño, adoptando la forma de un tipo de célula inmune funcional responsable de “comerse” los materiales extraños al organismo, e incluso bacterias o virus: Macrófagos.

Posteriormente, los científicos estudiaron a esta célula que acababan de crear (sin querer), y poseía genes similares a los macrófagos normales, siendo capaces de realizar también sus funciones. Además, fue posible implantar estas células a ratones sin sistema inmune, y no les causaron cáncer (como cabía esperar, pensando que antes de la conversión se trataban de células de leucemia cancerosas).

Esto significa, como creen los investigadores, que no solo es posible neutralizar las células cancerosas que provocan la leucemia (B-LLA en este caso), sino que incluso se podría convertir al enemigo en amigo, es decir, lejos de tan solo neutralizar el cáncer, volver a sus células cancerosas en células inmunes (macrófagos) que sean capaces de ayudar al propio sistema inmune a luchar y superar la enfermedad.

Los futuros proyectos implican si es posible convertir este tipo de células cancerígenas en células sanas, o células inmunes, en más tipos de cáncer, empezando por las leucemias, de las cuales hay muchísimos tipos diferentes.

Vía | IFLS.

Fuente | PNAS.