Cómo la comunicación cuántica acabará con el espionaje
Vivimos en la era de las telecomunicaciones. Desde Whatsapp, Facebook… hasta el email que ya todos hemos integrado en nuestras vidas como algo normal. Las telecomunicaciones revolucionaron el mundo pero siguen siendo limitadas y, en muchos casos, inseguras. La solución a este problema será, no dentro de mucho, la comunicación cuántica.
Las comunicaciones actuales son como un envío de paquetería. Uno tiene un mensaje que quiere comunicar de forma segura, así que lo empaqueta y lo encripta, que es como meterlo dentro de una caja y ponerle un candado. Entonces ese paquete se envía y con suerte llegará al destinatario.
Entonces se suele hacer una verificación enviado partes concretas del mensaje por otro canal (menos seguro pero más fiable) para comprobar que el contenido a llegado sin problemas. De esta forma uno comprueba que la transmisión ha sido correcta. Sin embargo este tipo de transmisión está muy expuesta a espionaje.
En el camino cualquiera que sea capaz de romper el código del “candado” o conozca la clave puede abrir el paquete, enterarse de su contenido y volver a cerrarlo sin que nadie se entere. El espionaje perfecto. Y esta es la principal ventaja de las transmisión cuántica de información, que nadie puede leer el mensaje sin que se sepa.
Una de las propiedades más importanes de los sistemas cuánticos es que al medirlos los modificamos. Esto significa que si codificamos un mensaje dentro en forma de sistema cuántico, cuando ese mensaje sea leído por cualquiera, su contenido cambiará. El perfecto anti-espionaje.
En este caso el proceso de envío y comprobación sería el mismo, salvo por el hecho de que ahora si alguien en el camino abre nuestro paquete y ve su contenido, cambiará por completo el contenido. De esta forma si mandamos un paquete cuántico que diga: “hola Juan” y alguien por el camino lo lee, el receptor lo que verá es “slkfboisk jsfkdsf” o algo similar.
De esta forma, cuando comprobemos si el mensaje está bien transmitido utilizando un canal convencional, veremos que las letras seleccionadas para comprobar no encajan con las recibidas y sabremos que alguien está espiándonos. Es decir, con la comunicación cuántica no obtenemos solo la información que queremos transmitir, sino además también obtenemos información acerca de la seguridad del canal por el que transmitimos la información.
Esta tecnología está ya en pruebas y no tardará mucho en verse aplicada como comunicación cuántica militar; aunque para uso comercial seguro que quedan muchos más años, como siempre. Como siempre si queréis más información o tenéis alguna duda, podéis preguntar en los comentarios.