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Tecnología

Descubren por qué nos crujen los nudillos

Un grupo de científicos ha descubierto por qué nos crujen los nudillos, y la respuesta puede estar en contra de lo que pensábamos.

15 abril, 2015 22:43

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Seguro que lo has hecho alguna vez, aunque no sabías muy bien cómo era posible. Ahora el misterio de por qué nos crujen los nudillos ha sido resuelto gracias a la tecnología, aunque por el camino han aparecido nuevas dudas.

A lo largo de los años han existido muchas teorías al respecto del sonido característico que ocurre cuando presionamos los nudillos; está claro que pasa algo, y mucha gente sospecha que no puede ser bueno.

Una de las teorías más expandidas se basaba en que en las articulaciones sinoviales (las más comunes en nuestro cuerpo), además del cartílago que rodea a los huesos también hay un líquido, llamado líquido sinovial. Con el tiempo, gases como el dióxido de carbono formarían burbujas; el acto de crujir los nudillos hace estallar las burbujas. Pero no todo el mundo estaba de acuerdo con esto.

Tirando de dedos para saber por qué nos crujen los nudillos

Hasta ahora no ha sido posible observar el interior de estas articulaciones mientras se “crujen” por limitaciones en la tecnología. Ahora un estudio de investigadores canadienses y australianos ha demostrado que la teoría de las burbujas no iba muy desencaminada, pero que en realidad está equivocada en ciertos aspectos.

Los científicos pusieron los dedos de voluntarios en un dispositivo que tiraría con un cable de su extremo, con el objetivo de provocar el crujido, y los metieron dentro de una máquina de imagen por resonancia magnética. Los resultados se grabaron en vídeo.

Como vemos, el tirón del dispositivo provoca que los dos huesos del dedo se separen, hasta que “crujen” y vuelven a chocar entre sí. Lo interesante llega cuando vemos que ambos huesos acaban más distantes el uno del otro que antes de crujir, y que al instante se forma una zona oscura en la imagen.

nudillos crujen

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La nueva hipótesis es que esa zona oscura entre los huesos son gases que se forman cuando los huesos chocan entre sí después de ser separados, y también que es esta formación repentina de gases lo que provoca el reconocible sonido. Por lo tanto, no es que se creen burbujas por si solas y las estallemos, es que las creamos cuando nos crujimos los dedos.

Lo que no explica esta nueva investigación es si esto es malo para nuestros dedos, aunque sucesivos estudios se centrarán en ello; hasta ahora los estudios médicos decían que no, pero esto puede cambiar ahora que se conoce el proceso con más precisión.