Trucos para causar siempre una buena primera impresión

En Medciencia os hemos hablado de las habilidades sociales, de cómo ser más extrovertido o incluso cómo conseguir ganar una discusión. Poco a poco vamos descifrando los misterios de las interacciones sociales y cómo tener éxito en ellas, desde cómo conseguir una cita hasta cómo pedir disculpas de manera correcta. Pues hoy toca hablar de las primeras impresiones, que son un factor muy importante en la sociedad, tanto desde el punto de vista personal como el de los negocios. Hoy os contamos ciertos consejos para siempre causar una buena primera impresión, y es qué, la opinión que tengan los demás de nosotros, el cómo nos juzguen o nos traten va a depender en un gran porcentaje de ese primer contacto que puede ocurrir en menos de 5 minutos y sin embargo condicionar una relación para siempre. Además las primeras impresiones son fáciles de instaurar pero muy difíciles de cambiar.

1- Asume que ya les caes bien.

Ser optimista funciona. Esto es cómo el efecto pigmalión, es decir, una profecía auto-cumplida. Si crees que haces algo bien, lo harás bien, sin embargo si crees hacerlo mal ello condicionará tu ejecución, y probablemente lo hagas mal. Cuando uno espera ser rechazado proyecta una imagen más fría y defensiva (aunque no sea consciente de ello) y ello suele llevar a que el otro lo perciba y le juzgue en base a ello.

2-  Sobórnalos con comida

Sí, sí, como oyes. Que el primer encuentro implique comida o un café, ya que se ha demostrado que ello crea un estado emocional positivo y vuelve a la persona más receptiva. El recibir comida de alguien nos vuelve más receptivos a esa persona mientras comemos (el poder disminuye después). Ahora ya entiendo por qué cuando hay un vecino nuevo en las películas siempre le llevan algo de comer.

3- Estréchales la mano (o lo que se considere oportuno)

Mucha gente saluda de palabra pero sin el contacto físico, este es importante, nos hace parecer más “reales”, más auténticos y comprometidos con la interacción. Además una vez traspasada esa barrera ya no se puede volver una incomodidad. Además en ciertas situaciones el no entrar en este tipo de saludos nos hace parecer distantes, socialmente ansiosos o poco receptivos. Por supuesto, si es algo formal o de trabajo la mano, pero si nos presentan a una amiga, dos besos. Eso también es importante ya que convertir algo formal en informal es malo pero formalizar algo cotidiano también. Como siempre, el saludo debe ser firme y seguro pero no agresivo ni invasivo.

4- Dale un pequeño giro a lo que cuentas

Cuenta cosas positivas sobre ti mismo y si exageras un poco, mientras sea realista, mejor. Pero que sea creíble y solo ligeramente retocado. Se tan positivo como vaya a ser creíble, positivo sí, modesto no. Los demás nos evalúan como buenos jueces de nosotros mismos, si no nos creemos buenos ellos tampoco lo harán, al fin y al cabo nadie nos conoce mejor que nosotros mismos. Pero…

5- No te hagas el guay

Hacerse el interesante o intentar parecer mejor, inalcanzable (o que algo no te interesa) como técnica para parecer más misteriosos no nos servirá. Lo que hay que hacer es mostrar interés por el otro, haz preguntas e indaga sobre lo que te cuentan. Escucha de forma atenta al otro.

¡Con estos pequeños trucos estás un paso más cerca del éxito!

Fuente: Time.