¿Los astronautas beben su propia orina?
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Ahora mismo, hay 6 personas en el espacio viviendo en la Estación Espacial Internacional, un centro de investigación que da vueltas alrededor de la Tierra a una velocidad aproximada de 28.000 km/h (8 km/s). Vivir en el espacio supone grandes retos; incluso las tareas más simples pueden resultar una auténtica odisea. En esta ocasión vamos a hablar del agua, un bien tan preciado en la estación espacial que lo podríamos comparar con el oro.
Un sistema para reciclar el agua en la estación espacial
El agua que se utiliza en la Estación Espacial Internacional tiene que ser traída desde la Tierra; pero claro, a día de hoy llevar 1 kg de agua al espacio es muy caro. El sistema que utilizamos para transportar cualquier carga al espacio es demasiado primitivo. Es tan poco práctico como matar una mosca a cañonazos, aunque hoy por hoy todavía no hay ninguna alternativa y es lo que realmente funciona.
Con el objetivo de reutilizar la máxima cantidad de agua posible, la estación espacial dispone de un sistema denominado Water Recovery System que permite obtener agua potable a partir de la orina y otros residuos líquidos. Efectivamente, la orina de los astronautas pasa por esta máquina para ser reutilizada y consumida de nuevo tras su correcta purificación.
El mecanismo es sencillo, solo que hay un gran problema a tener en cuenta. En principio, si hierves agua sucia y recoges el vapor de agua resultante en una superficie fría, el agua se habrá purificado y estará lista para beber. Como tal vez hayas deducido, este proceso requiere la participación de un protagonista crucial: la gravedad.
Para solventar este inconveniente, la máquina genera una gravedad artificial mediante un movimiento de rotación, como si se tratara de una lavadora. Esta gravedad artificial la hemos podido ver en películas de ciencia ficción como 2001: Una odisea del espacio o Interstellar, cuando la estación espacial gira sobre sí misma para crear gravedad.
De esta manera, los contaminantes se quedan a un lado de la máquina, mientras que el vapor es recogido en otro compartimento. Aun así, esta gravedad artificial no es perfecta y tan solo el 93% del agua puede ser recuperada mediante esta técnica. Esto implica que la basura se vaya acumulando, almacenándose progresivamente en la nave espacial que ha llevado el cargamento a la estación espacial.
Los astronautas no hacen la colada
Cabe destacar que los astronautas no hacen la colada para ahorrar más agua, echando la ropa sucia a la nave espacial que es utilizada como un contenedor de basura. Una vez llegado el momento, la nave se desacopla de la Estación Espacial Internacional y se quema con todo su contenido en su reentrada en la atmósfera.
En definitiva, y resumiendo lo dicho anteriormente, los astronautas beben su propia orina, pero previamente la pasan por la máquina para limpiar las impurezas; es decir, la reciclan. De hecho, el agua que obtienen es más pura que la que generalmente bebemos aquí en la Tierra, así que después de todo no es tan asqueroso como aparenta ser.
Vía | Universe Today