El motor de la NASA que llegaría a Marte en 70 días
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En más de una ocasión hemos comentado en Medciencia que los motores que se utilizan en la actualidad para poner un satélite en órbita son muy primitivos. En el artículo ¿Los astronautas beben su propia orina? comentamos este problema que tienen que afrontar las agencias espaciales, junto con otras curiosidades como qué hacen los astronautas con su orina y la ropa sucia.
La propulsión que utilizan los cohetes para alcanzar el espacio sigue siendo tan primitivo que no ha cambiado desde los comienzos de la carrera espacial. Los costes no son para nada desdeñables y suponen un gran obstáculo a la hora de idear una nueva misión espacial. En otro artículo abordamos esta cuestión al preguntarnos si realmente son tan caras las misiones espaciales.
Ahora, la NASA, que al principio se mostraba muy reticente a aceptar los resultados de un motor “imposible”, ve con otros ojos el que podría ser el motor del futuro. Antes de que nos caigamos de la silla de la emoción, cabe destacar que el motor de la NASA aún debe pasar otra prueba, que ya está en marcha, para verificar definitivamente si la propulsión del nuevo motor realmente funciona. Como bien dijo Sagan:
“Afirmaciones extraordinarias requieren siempre de evidencia extraordinaria”
El motor que funciona sin combustible
El motor se llama EM Drive, y es un sistema experimental que utiliza ondas electromagnéticas para conseguir propulsión. Este motor ha obtenido muchas críticas ya que parece violar uno de los conceptos más fundamentales de la física: la conservación de la cantidad de movimiento. No obstante, el científico británico Roger Shawyer, que inventó el EM Drive a principios de este siglo, no está de acuerdo en que su diseño viole este principio de la física.
“En pocas palabras, la electricidad se convierte en microondas dentro de la cavidad que empuja contra el interior del dispositivo, haciendo que el propulsor acelere en la dirección opuesta”, explica Shawyer.
En anteriores ocasiones, la NASA ha intentado comprobar que este motor no funciona correctamente mediante diversas pruebas; en todas ellas el EM Drive salió victorioso. Muchos indicaban que la propulsión se debía a una serie de artefactos que alteraban el experimento, por lo que, de ser así, el motor no funcionaría en el vacío. Los científicos de la NASA se pusieron manos a la obra para aclarar el asunto y nuevamente se llevaron una tremenda sorpresa: el motor funciona en el vacío, no hay ningún artefacto que explique su propulsión.
Por tanto, el motor EM Drive ha pasado todas las pruebas que hasta ahora se han realizado. Los científicos planean reproducir en los próximos meses el último experimento en mejores condiciones. De confirmarse nuevamente los resultados, habría un cambio de paradigma espectacular en los viajes espaciales.
¿El motor del futuro que todos estábamos esperando?
Este motor, con la potencia adecuada, nos podría llevar a Marte en tan solo 70 días, en lugar de los 6 meses que se requieren hoy en día. Asimismo, no requiere combustible para generar empuje; esto permitiría ahorrar mucho peso en el cohete abaratando los costes de las misiones espaciales. Es más, este motor podría ser el punto de partida para realizar viajes interestelares; Alpha Centauri, el sistema estelar más cercano al Sistema Solar, estaría a tan “solo” 92 años de viaje.
Todavía es pronto para sacar conclusiones, pero lo que sí está claro es que, sea o no con la ayuda de este motor, el espacio quedará más cerca con el paso del tiempo. Los viajes tripulados interplanetarios serán una realidad, tal vez dentro de unas décadas (y no, Mars One no nos llevará a Marte), y los viajes interestelares poco a poco serán más plausibles, hasta que un día logremos alcanzar las estrellas. Neil Armstrong hizo historia al pisar la Luna en aquel 20 de julio de 1969. Aún quedan por contar los relatos más increíbles de la humanidad.
Vía | ScienceAlert