El concepto de un marcapasos sin batería está más cerca de llegar a los hospitales después de un nuevo desarrollo.

Gracias a los marcapasos se han salvado innumerables vidas de personas con problemas cardíacos, pero sorprendentemente no se ha avanzado demasiado en su desarrollo.

Según M. Amin Karami, de la Universidad de Búfalo, en la actualidad sólo el 40% de un marcapasos consiste en el generador de pulso y el resto de componentes electrónicos, mientras que el 60% tiene que dedicarse a la batería, que puede durar entre 5 y 12 años. Y debido a su situación la operación de cambiar de batería supone un gran riesgo.

Con el marcapasos sin batería el propio corazón se salva a si mismo

Por eso la investigación de Karami se centró en crear un marcapasos sin batería; una investigación que está dando como frutos dos prototipos funcionales.

Ambos prototipos se basan en la misma idea de un marcapasos que use piezoelectricidad, es decir, la generada cuando un material concreto es deformado y genera tensiones eléctricas. En el pasado hemos hablado de la piezoelectricidad para generar energía a partir de pisadas o del movimiento del neumático en un coche.

marcapasos 2

El primer prototipo se parece mucho a un marcapasos tradicional, en el sentido de que se coloca en el pecho y un par de cables se conectan al corazón; el segundo es más pequeño, ya que es introducido en el mismo corazón por un catéter (sin necesidad de abrir el pecho del paciente).

marcapasos 1

Gracias a la estructura piezoeléctrica creada en cerámica, las propias vibraciones producidas por el latido del corazón son las que generarían la electricidad necesaria para dar energía al marcapasos que a su vez se aseguraría de que el ritmo de los latidos se mantenga.

Karami espera poder iniciar las pruebas en animales en los próximos dos años, para a continuación hacer pruebas en personas.