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Modas peligrosas: Tatuajes solares

17 julio, 2015 18:41

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En la lista de modas absurdas y posiblemente perjudiciales añado hoy los cada vez más populares ‘tatuajes solares’. Ya teníamos suficiente con la tendencia a usar vasos de cristal para aumentar el tamaño de los labios, lo cual llevaba en muchos casos a enormes hematomas en los mismos. Los tatuajes solares pretenden simular la apariencia de un tatuaje al mostrar un contraste de tonos entre la piel expuesta y la piel protegida por la crema.

Aunque pueda parecer ‘bonito’ estéticamente hablando, puede ocasionar daños severos en nuestra piel, quemaduras, e incluso un melanoma. Para que sepáis con más certeza los peligros de esta práctica, en Medciencia os vamos a acercar los detalles, junto con algunas recomendaciones en el caso que tengáis por seguro que pretendéis hacerlo.

Nuestra piel no es un juguete

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El problema que aparece en la mayoría de los casos de tatuajes solares, es que pretenden hacer el dibujo poniéndose crema en dicha parte, y exponiendo de forma intensa el resto de la piel sin protección para conseguir el efecto que desean. La piel es el órgano más extenso de nuestro organismo, y por ello requiere tanta atención como al resto del cuerpo.

El cáncer de piel es el más común y reconocible entre todos los tipos de cánceres, y su aparición se debe en la mayoría de casos a la exposición al sol, y parcialmente afectada por factores genéticos. Entre las células que forman la epidermis, los melanocitos son los encargados de producir los pigmentos que aportan la coloración natural a nuestra piel. Cuándo se exponen al sol, estas células sintetizan más pigmentos. Por consiguiente, se producirá un crecimiento descontrolado de estas células que iniciará el tumor, y podrá invadir otros tejidos y órganos.

Los casos de melanoma son cada vez más frecuentes, y si no protegemos nuestra piel evitando la exposición directa prolongada al sol o el uso de cremas protectoras, estaremos aumentando el riesgo de padecerlo. Si no hay quien te quite la idea de hacerte un tatuaje solar, siempre puedes tapar la zona que deseas diferenciar, y echarte crema en el resto, evitando claro está exponerse más de la cuenta.

Tatuajes y sol: pocos amigos

Al tener varios tatuajes, me tomo muy en serio las recomendaciones para su cuidado, sin embargo, no todo el mundo las conoce, y por ello he elaborado una pequeña lista con las acciones que debéis tomar más allá de las indicadas por vuestro tatuador:

  • Siempre crema solar: no solo los tatuajes recientes necesitan de crema solar para su cuidado; ya puede tener un tatuaje 30 años que el sol seguirá haciéndole mella. Si el tatuaje es reciente, debemos evitar a toda costa su exposición durante al menos 2-3 semanas, ya que durante dicho tiempo es prácticamente una herida, y debemos cooperar para su correcta cicatrización. Si el tatuaje ya tiene un tiempo, o ya ha pasado el periodo cicatrización, debemos aplicarnos siempre factor 50, así además de prevenirnos de posibles daños en la piel evitaremos que pierda coloración y nitidez.
  • El verano no es una buena época: aunque estés ansioso por tatuarte, el verano no es la mejor temporada para hacerlo. Las altas temperaturas resecan la piel, fomentarán la supuración de líquidos pudiendo producir pérdidas de tinta y por si fuese poco, junto a la mala aireación del tatuaje creará el habitat perfecto para bacterias anaerobias que infectarán nuestra piel. Dejad las ganas para el invierno.
  • Cuidado con las cremas que usáis: no todas las lociones corporales pueden ser óptimas para el cuidado de un tatuaje. Debemos evitar la aplicación de cremas basadas en alcohol y el abuso del milagroso bepanthol (debemos utilizarlo la primera semana, y si no sentimos irritación o molestia no debemos usarlo ya que es una crema muy grasa). Tenemos que mantener nuestra piel hidratada las 24 horas, aun sin aplicar crema, y si fuese necesaria procurar elegir cremas con pH neutros. Algunos tatuadores me han recomendado no utilizar cremas con aloe vera, pues pueden producir costras al cicatrizar firmemente, y aunque no encuentre fuente que me verifique esta recomendación, os sugiero no probarlo.
  • ¡Con las manos sucias no!: aunque pueda parecer obvio, no siempre somos conscientes de que donde antes había piel, ahora hay piel tatuada. Por ello, de forma involuntaria podemos llevarnos las manos a la zona y en el caso que estén sucias, puedan producir una infección. Al tocar el tatuaje, ya sea para ponerte la crema o hidratarlo siempre las manos bien limpias.
  • Ay, pica: con el tiempo, aparece el picor, y aunque os cueste un gran esfuerzo, debéis reprimir las ganas de rascar la zona, pues podríamos alterar la forma del tatuaje y su color, y evitar que se cure correctamente al rasgar la epidermis circundante. Pero no os preocupéis, siempre os quedará el rascador de vuestro gato para volcar las ganas.

Fuente | National Cancer Institute