Existe un tipo de aceite peor para tu salud que el azúcar
Durante la última década, las investigaciones respecto a salud y nutrición no han hecho más que arrojar resultados acerca de nuestra equivocación respecto al tipo de dieta que deberíamos llevar: El azúcar, y no las grasas, es el enemigo número uno en nuestra lucha contra la obesidad. Ya sabemos que el exceso de azúcar tiene graves perjuicios, y hace poco una investigación corroboró que las grasas no son tan malas como pensábamos.
Ahora bien, ¿y si existiese un tipo específico de aceite peor que el mismo azúcar? ¿y si hemos generalizado demasiado, echándole toda la culpa a ese veneno blanco que consumimos a diario?
Un aceite que es peor que el azúcar
Pues parece que sí, existe un tipo de aceite con estas características. Al menos así lo afirma un reciente estudio publicado en la revista PloS ONE, en el cual se pone en el punto de mira un determinado aceite que sería incluso peor que el azúcar en cuanto a salud se refiere: El aceite de soja.
Para llegar a tal conclusión, los investigadores de la Universidad de California elaboraron una serie de dietas para diversos grupos de ratones, cada una de las cuales contenía al menos un 40% de grasas: Una dieta contenía grasas saturadas de aceite de coco, una segunda dieta contenía grasas insaturadas de aceite de soja, y otras dos dietas con grasas variables que contenían fructosa.
La teoría era que los ratones que consumían fructosa junto a las dietas altas en grasas acabarían desarrollando una gran resistencia a la insulina, fuese cual fuese el tipo de grasa de la dieta. Sin embargo, esto no sucedió así. En cambio lo que pudieron ver los investigadores fue lo siguiente:
- Los ratones que consumían aceite de soja SIN fructosa ganaron hasta un 9% más de peso que aquellos ratones alimentados con dieta alta en grasas CON fructosa.
- Los ratones que consumian aceite de soja SIN fructosa ganaron hasta un 25% más de peso que los ratones alimentados con dieta alta en grasas a base de aceite de coco.
- Los ratones que consumían aceite de soja, además, tenían hígados más grasos y mayor resistencia insulínica que aquellos ratones alimentados a base de grasas de grasas y fructosa.
Como veis, es algo curioso y sorprendente, pues los investigadores esperaban que los ácidos grasos insaturados (como es el aceite de soja, representando la mitad del aceite vegetal del planeta) sean más saludables. Sin embargo, esto no ha sido así.
Por el momento no se sabe cómo es posible que el aceite de soja produzca estos efectos, tan paradójicos respecto a lo que se pensaba anteriormente, pero los investigadores creen que podría tener algo que ver con la genética del metabolismo a nivel del hígado. Y, por desgracia, otros aceites vegetales (como el aceite de maíz) no serían mucho mejores que el aceite de soja.
La importancia del estudio y las bases para el futuro
Podríamos llegar a pensar, con toda la lógica del mundo, que este único estudio no puede decirnos mucho; sobre todo teniendo en cuenta que es en ratones. Sin embargo, cabe destacar que la dieta realizada en estos ratones imitó las cantidades de grasa y fructosa típicas de un adulto promedio de Estados Unidos. Por su parte, los genes de nuestros hígados y los genes del hígado de los ratones actúan de forma muy similar. Por ello, si el hígado de los ratones provoca estas consecuencias al consumir aceite de soja, los seres humanos no somos muy diferentes.
Evidentemente, y como siempre decimos, aún será necesaria mucha más investigación al respecto. Por el momento parece que no es buena idea consumir demasiado aceite de soja, aunque no podemos decir que se deba cortar de raíz, pues aún será necesaria más evidencia.
Vía | Fox News.
Fuente | PloS ONE.